CAPÍTULO 3

3 1 36
                                    

Y por fin llegó el tan ansiado Domingo. El amigo de Tony nos llevó a ese lugar tan esperado que resultó ser un parque temático. Y digamos que eso era parte de la sorpresa. Una vez que se despidió de él caminamos hacia la entrada. Justo allí se encontraba una chica que no mediría más de metro setenta. De pelo largo castaño claro y con un estilo de vestimenta que me resultaba familiar. Estaba de espaldas y parecía que sostenía algo entre sus manos. Más tarde, cuando llegamos me percaté que sostenía una Nikon D7000 con estabilizador óptico. Entonces paramos y Tony acercándose a ella preguntó:

—¿Aina? Ella se giró, se metió la correa por la cabeza de manera que la cámara quedó colgada de su cuerpo y contestó:

—Tony, ¿verdad? —Sonrió.

—Sí. —Tony estrechó la mano a la par que decía: —Encantado. —Ella le correspondió el saludo y respondió: —Lo mismo digo. Yo estaba atrás contemplando esa escena tan surrealista. Resulta que Aina era la misma chica que a mí me había dicho que se llamaba Gabriela en Skygood. Y lo peor no era eso, sino que ahora tendría que fingir que no la conocía. En ese instante Tony se giró hacia a mí y me hizo la señal con la mano de que avanzara a la par que decía:

—Quiero presentarte a alguien. Una vez llegué y estábamos frente a frente Tony continuó diciendo: —Ella es Alexia. Mi novia. Entonces me acerqué y la di dos besos como si nada, después seguí haciéndome la tonta y añadí mientras asentía con la cabeza: —Encantada. Después de aquella presentación miré a Tony como exigiéndole una explicación y no tardó en dármela.

—He pensado que casi no tenemos fotos juntos, así que contraté a Aina para que nos haga fotos mientras nos divertimos un poco. —Y sonrió tímido.
Entonces yo me acerqué, le rodeé con los brazos, le di un pico y después me deslicé hacia su oído para susurrarle:

—Eres el mejor novio del mundo. Y para cuando me quise dar cuenta, la sesión de fotos ya había empezado. ¡Ya teníamos nuestra primera foto oficial del book! De todas maneras como yo era muy rápida para pensar, le mandé a Tony que fuera delante para hacer la cola de la Noria mientras yo hablaba con ella.

—Oye Aina...—empecé la conversación con el nombre que le había proporcionado a Tony— ¿crees que me puedas hacer algunas fotos a mí sola? Ella se rio y antes de que respondiera nada me adelante y añadí: —Es que necesito renovar la foto de perfil del WhatsApp. —Sonreí forzadamente sin dejar ver mis dientes.

—¡Claro que sí! —Respondió. La intriga por saber el motivo de aquellos dos nombres me consumía así que no lo aguanté más y me pregunté:

—Por cierto, ¿Aina es tu nombre artístico?

—No. Es mi verdadero nombre. ¿¡Cómo!? ¡¡No entendía nada!! ¿Entonces por qué me había dicho a mí que se llamaba Gabriela? Y como si me hubiese leído realmente la mente siguió diciendo: —Soy hija de un ruso y una española. Mi padre quiso que llevara el nombre de su madre y...mi madre quiso que llevara el suyo. Y cómo no se ponían de acuerdo, decidieron ponerme los dos. Aina Gabriela. Pero me gusta más que me llamen Gaby. —Dijo y después me guiñó el ojo derecho. Ya estábamos llegando a donde se encontraba Tony, y cómo avisté que todavía quedaba cola le dije al oído que Aina me iba a hacer unas fotos con la Noria de fondo si le parecía bien. Y no puso ninguna pega. Así que nos fuimos las dos un poco más apartadas para que me fotografiara. La ropa que había elegido para la ocasión no era nada del otro mundo, era muy Alexia Torres. Una camiseta básica de tirantes negra con unos shorts vaqueros blancos y una camisa vaquera amarrada a la cintura. Yo solo seguía sus instrucciones. Había una valla y me dijo que me apoyara en ella con el antebrazo del brazo derecho y que dejara la mano como caída. Después me dijo que flexionara el otro brazo y la mano me la llevara a la cabeza un poco más atrás de la sien, como si la estuviera sosteniendo. Y que girara levemente la cabeza hacia la izquierda. Y eso hice. Me tomó varías fotos en esa pose y no quise verlas hasta revelarlas y tenerlas en mis manos. Después de aquella mini sesión mientras caminábamos hacia Tony, Gaby empezó la conversación.

Felices ¿para siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora