De repente me vi en un callejón, contra la pared, con un chico con pasamontañas negro tapándome la boca, incitándome a que no gritara ni dijera nada.
Era la primera vez que me pasaba algo así. ¿Quién era y qué quería de mi?Sus ojos me resultaban conocidos, pero sin ver nada más que su rostro no podía diferenciar quién era. Y mientras mi cara de miedo se sumía en la más profunda desesperación, él parecía estar entonando un grito de victoria. Por fin me había encontrado.
—Así que tú eres la famosa hermanita de Alex. —Dijo mientras pasaba su dedo mugriento sobre mi rostro como acariciándome. Intenté responderle pero solo pude balbucear ya que su mano me tapaba la boca. Aparentaba tener intenciones de querer violarme. Y sólo imploraba con todas mis fuerzas que eso no ocurriera.
—Bien. —Dijo mientras mientras asentía con la cabeza varias veces. Ahora vas a hacer lo que yo te diga. Asentí de inmediato todavía asustada.
—No me interesa cómo lo hagas. Pero vas a conseguir que tu hermano deje a su novia. ¿Me has entendido? —Dijo mientras me señalaba con el índice de su mano derecha ya que la izquierda la tenía ocupada tapándome la boca. Volví a asentir con la cabeza. Acto seguido, añadió: —¿Sabes lo que pasará si no cooperas, verdad?
<<No lo sé con certeza, pero me hago una ligera idea de que no sea nada bueno.>> —Respondí en mi cabeza. Entonces contesté como pude: <<¿Cómo quieres que te responda con la boca tapada?>> Inmediatamente él se dio cuenta y me quitó la mano, después añadió: —Voy a estar pendiente de ti, no habrá un solo paso que des que yo no vea. Tienes una semana. Y después de dejarme clara cuál era mi misión y el plazo que tenía para ello, salió corriendo y desapareció. Por la petición tan poco común intuía que tenía algo que ver con el círculo de personas que rodeaban a mi hermano. ¿Tal vez el ex-novio de ella? Todo apuntaba a que sí. Aunque tampoco descartaba la idea de que fuera su hermano. Un hermano muy sobre protector al parecer. En el caso de que lo tuviera. Me quedé en el mismo lugar parada alrededor de veinticinco minutos, tratando de recomponerme de aquella situación e intentando asimilar todo lo ocurrido. Parecía que mi hermano no me daba más que dolores de cabeza. Me tenía harta. Pero la gran incógnita que me acechaba era esta: <<¿Cómo iba a lograr que mi hermano dejara a su novia o viceversa si ni siquiera sabía quién era?>> Empecé a caminar y me azotó con fuerza otro pensamiento que concernía a mamá, seguramente estaba preocupada por mi tardanza. Así que saqué el móvil y la llamé, le dije que estaba en camino para que no se preocupara y colgué. Todavía restaban veinte minutos de trayecto para lograr llegar a casa, pero antes tenía que tomar un autobús. Y estaba a tres minutos de la parada. Llegué a tiempo para subir. El autobús ya estaba saliendo así que corrí, por suerte me vio el conductor y no se puso en marcha hasta que llegara. Nada más subir me disculpé y lo acompañé con una sonrisa cortés por aquel pesar, pagué el billete y caminé hasta buscar un asiento libre. Encontré uno que daba de frente con una chica rubia, del garita de tez blanca. Tenía un moño alto desenfadado y un nostril en la nariz, concretamente en el lado derecho. Vestía un conjunto retro de Nike color azul océano; pantalones cortos poco ajustados, de talle alto con cinturilla elástica que le llegaban un poco más arriba de la rodilla y una camiseta sin mangas de cuello normal. Para qué mentir, me parecía muy cool su estilo. Una vez me senté pude ver que combinaba aquel conjunto con unas Nike Jordan AIR 1 MID blancas con el logo negro. Acto seguido me percaté que su cara se me hacía conocida. Entonces me puse a pensar de qué conocía aquella chica que olía a Irresistible de Givenchy.
<<¿Dónde te he visto antes? ¿De qué me suena tu cara?>> En mi cabeza daba marcha atrás, como si se tratase de una película, pero era imposible recordar todas las caras, sobre todo si al día en el trabajo atiendes alrededor de unas doscientas personas. Dejé de mirar por la ventana y volví a mirarla de pasada, para que no se diera cuenta que estaba pensando en algo que estaba relacionado con ella. Y de nuevo aquellas facciones se me hacían conocidas...La chica me sonrió cortésmente cuando cruzamos las miradas, parecía simpática. Después giré de nuevo la cabeza en dirección a la ventana. Nada. No había manera de saber quién era. Y no estaba dispuesta a quedarme con la duda. Así que me lancé.
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Felices ¿para siempre?
Novela JuvenilAlex logró recuperarse de los dos navajazos propiciados por uno de los presos de su módulo, a pesar de ese pequeño incidente volvió a prisión, aunque está en un lugar más seguro y con más vigilancia. Alexia y Tony hicieron su relación oficial el día...