Capítulo 25

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La noche era animada en la taberna de regalo de ángel, bebidas y una cantante cantaba para todos los despechados...

Tn: ultimo baile, para olvidar mi pena inmensa, quiero huir volver empezar, mi dulce sufrimiento~ -cantaba con el alma mientras la letra de la canción envolvía a los presentes-

(Canción completa)

Tn: En este dulce sufrimiento~! Pague por todos los delitos, mi corazón ya es inmenso~! Soy una niña del mundo...~

Kaeya: Ah~ no hay nada mejor que unas buenas bebidas y una cantante que es tan buena como bella -contento-

Diluc: puedes callarte y dejarme escuchar?

Paimon: Paimon no puede escuchar a Tn por tu culpa!

Kaeya: bueno bueno jeje

Todo era diversión en la taberna, hasta que alguien que entra por la puerta causa que dejes de cantar de golpe...

Tn: señor heraldo... Childe

Tartaglia: hola Tn -sonríe-

Tn: -suspira- Diluc -le llamas-

Diluc: hmm...?

Tn: yo pago la cuenta del onceavo

Diluc: bien, sigue cantando tranquila saldrá en una sola pieza

Tn: -ríes- bueno, lo dejo a tu cuidado mientras entretengo a tus clientes -comienzas a cantar nuevamente la canción-

Tartaglia: gracias por cuidar de Tn -dice contento-

Diluc y Kaeya: -lo miran con ferocidad- 

Tartaglia: ah... jeje una cerveza de diente de león por favor

Tn: Si algo negro lo ves, en blanco encuentras también... No fuerces el mirar color celeste~ -cantabas abrazada por Paimon y mezclando algunas enseñanzas de Yunjin y Barbara- 

(El que entendió entendió)

Tartaglia: ojala esto no tenga veneno... con la cara con la que me miran estos tipos... -toma su cerveza-

La gran actuación toma una pausa para que la cantante descanse su garganta, asi te acercas al invitado...

Tn: no es por ser arrogante ni poco humilde, pero la razón por la que vino soy yo, no es verdad onceavo?

Tartaglia: por supuesto que si!

El arte de no quebrarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora