Una sombra te extendió la mano, te hacia sentir segura así que la tomaste; esta te llevaba atreves de un pasillo lleno de puertas rojas y blancas, pero al final de este se encontraba una puerta negra de gran tamaño de la cual provenían murmullos diciendo tú nombre.
La sombra abre la puerta negra y te hace una seña para que entres, le haces caso y cierra la puerta detrás de ti. Miraste a tu alrededor, parecía una zona de guerra, de un momento a otro te viste a ti misma algo lastimada en el suelo a punto de ser atravesada por cubos rojo oscuro de la Protectora de los Principios Celestiales (la diosa desconocida del comienzo del juego)...
Diosa desconocida: no me sorprende que una abominación como tu, a pesar de nacer en celestia, apoyas la arrogancia de la humanidad y como colmo mantienes una relación con una marioneta divina abandonada por su creador...
Tn: -ríes- y a mucha honra señora
Esta estaba a punto de atravesarte cuando Scaramouche se atravesó y recibió la herida...
Tn: Kuni...
Scaramouche: -sonríe- l-lo siento... creo que te dejare sola otra vez...
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Tn: no, no, no, no, No! -tomaste su rostro entre tus manos- Kunikuzushi, no, no, no. por qué? No
Scaramouche: -te besa- n-no te diré que no me olvides porque vas a sufrir, así que prométeme que saldrás viva de aquí
Tn: te lo prometo, Kunikuzushi pero tu también vas a salir de aquí
Scaramouche: -ríe y niega- te amo -te sonríe-
Comienza a desintegrarse y das un grito desgarrador...
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La sombra te saca de allí y todo desaparece; había sido un sueño. Despertaste, tu fiebre había desaparecido así que te levantaste y saliste de la habitación encontrándote con Scaramouche leyendo algo apoyado a la pared
Scaramouche: te sientes mejor?
No respondiste, tu único impulso fue apoyar tu cabeza en su pecho y llorar de la nada, lo cual le sorprendió, pero comprendió que era algo que necesitabas hacer y simplemente te abrazo y beso tu cabeza...
Tn: tengo mucho miedo... -murmuras sin que tu contrario logre escuchar-
