Había sido descubierto, correr y esconderse no había causado ninguno efecto, el pasado y el posible futuro lo estaban atacando al mismo tiempo, no sabía nada acerca del amor y el despiadado mundo parecía seguir manejando a Scott McCall a su antojo
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Romance: adj. Romántico. <> s. m. Idioma español. || Composiciónpoéticaenque riman en asonante los pares y quedan libres los impares. || Aventura amorosa. <> FAM. romancear, romancero, romanza.
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Los meses pasaban y el infierno era cada vez más grande, mirar su rostro y sus ademanes para tratar de hablarle, escuchar su corazón romperse y correr al otro lado del pasillo, esa era una de las torturas diarias de Scott después de derrumbarse todo en la que había creído. Había cambiado de clase, lo había hecho todo para no seguir viendo el rostro del que creyó que era la persona más perfecta jamás antes nacida sobre el Planeta Tierra, ¿qué debía hacer?, ¿cómo se supone que debía sentirse después de tantos días sin ver su rostro?, no tenía el valor de hablarle y su alivio llegaría el día que dejara la ciudad para siempre.
Aún recordaba el día que Derek y Cora los atraparon en su departamento, ahora creía como todo en su relación, que tal vez era una mentira y le pagó a actores para que se hicieran pasar por sus sobrinos, ya no creía ni una sola palabra que hubiese salido de la boca de Peter Hale. Estaba furioso con todo, con todos pero especialmente con él mismo, estaba furioso con su yo de ocho años, el que juró que jamás se enamoraría y el cual desobedeció y ahora eso le había causado odiar a si mismo porque le había fallado, la había fallado al pequeño Scotty que había sufrido tanto.
— ¿Te encuentras bien? — preguntó Lydia sentada junto a él en el salón.
— Si — sonrió sin ánimos el latino — Solo no dormí muy bien anoche y...
— No has dormido bien desde que regresamos de Año Nuevo, Scott — lo interrumpió su amiga — ¿Estás seguro que esto no es por él?
— Totalmente Lydia — mintió — La graduación está cerca, el equipo de lacrosse está teniendo entrenamientos más intensos y necesito mejorar ese maldito siete en economía — continuó el latino furioso al punto de romper su lápiz en dos.
— Okay — continuó la pelirroja — Lo resolveremos, ¿de acuerdo? — preguntó obteniendo solo un asentimiento como respuesta.
Sus amigos estaban preocupados por él al nivel en donde ellos también se tornaban preocupantes, pensaban que Scott estaba desarrollando problemas de ira y no querían confirmarlo pero por suerte esa y un par de veces en el campo de lacrosse reaccionó de esa forma, les había jurado que su intención no era preocuparlos en lo absoluto y se sintió más relajado cuando la graduación finalmente había llegado.
Se sintió como una enorme ola de aire fresco, casi como un huracán, dejaría ese lugar pronto y no habría nada que lo detendría jamás, huiría tan pronto y tan rápido como pudiese y no le importaba quedar como un cobarde pero si estaba muy seguro que luego se arrepentiría por no enfrentar sus problemas con las misma valentía como cuando tenía cinco años pero ese Scott ahora había desaparecido.
