Eres el riego que quiero tomar

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La peli rosa caminaba a su casa aun recordando lo de la noche anterior, no podía sacarse de la cabeza a esa cupcake tan tierna y dulce, tenerla en sus brazos durante toda la noche había sido lo mejor que le había pasado en la vida, despertar y aun verla en sus brazos fue maravilloso, ojalá y pudiera regresar a ese momento y repetirlo, él te quiero de la sheriff aun rondaba en su cabeza también. Ojalá y me quisieras en la misma forma en la que yo te quiero cupcake, nada me haría más feliz, pero ese te quiero de seguro es por nuestra buena amistad que tenemos, por como la cuido siempre, quizá nunca pueda tener más, si tan solo tuviera una oportunidad, estoy segura que la haría la mujer más feliz del mundo porque eso es lo que causa ella en mí, una inmensa felicidad. Diablos, ¿Cuándo me volví tan cursi? Pensaba la peli rosa mientras llegaba a su casa, al llegar después de tomar un baño y ponerse más cómoda se tiro en su cama, pero aun seguía pensando en las mismas cosas, aunque le había encantado la forma en la que estuvo con la sheriff la noche anterior, todo eso la había dejado con ganas de mas, quería poder seguir así con ella, quería poder abrazarla, quería poder seguir escuchando que la sheriff le dijera que la quiere, una probadita del cielo la dejo con ganas de más.

Esta vez de verdad empezó a pensar seriamente en las posibilidades, ¿que podría pasar? Su miedo era grande pero sus ganas de estar con la sheriff, de poderle decir lo que siente eran más intensas, no sabía qué hacer, lo único que sabía, es que aprovecharía cada oportunidad para estar a su lado, tenerla cerca era lo que más le gustaba y al menos hasta donde sabia a la sheriff tampoco le disgustaba que ella estuviera ahí, eso ya era ganancia.

la sheriff después de descansar un rato estaba completamente renovada y con la visita de la peli rosa a la vuelta de la esquina, se sentía más que emocionada, aun seguía pensando en las últimas palabras de la peli rosa, esas que pensó que no escucharía, solo recordarlas la sonrojaba y le hacía sentir mariposas en el estómago, se había decidido, intentaría buscar algún indicio de si de verdad le gusta a VI, ahora la pregunta sería ¿Cómo lo haría? Era la mejor detective del piltover, pero era muy tonta en cosas del amor, definitivamente no era su fuerte, sobre todo por su inexperiencia, tenía que idear un plan, pero los minutos pasaban y a la sheriff nada se le ocurría, el hacer un plan había fracasado por segunda vez en ese día, cuando se trataba de VI era como si su cerebro se metiera el pie a sí mismo. Luego pensó, cuales eran esas cosas que ella hacia que podían delatar lo que ella siente por VI, esas cosas que siempre trataba de esconder o evitar, quizá para VI podría ser igual, ¿pero que eran esas cosas? Que le dijera bonita definitivamente la apenaba, que acercara demasiado, el contacto físico. Son cosas que ella podía intentar definitivamente, no se veía tan difícil, podía hacerlo. Completamente decidida la sheriff se emocionó pensando que hoy sería la noche en que sabría si VI siente algo por ella.

La hora llego, la peli rosa debería estar a nada de llegar, el timbre de la casa sonó, era ella, o debería ser ella, el corazón de la sheriff empezaba a latir rápido de la emoción simplemente de que VI estaba ahí, abrió la puerta.

VI: hola cupcake.

La peli rosa sonreía, tenía algunas bolsas cargadas, al parecer eran las provisiones para el maratón de películas que harían, la sheriff la ayudo con las cosas. La sheriff no podía evitar ver de reojo a la peli rosa le encantaba como se veía, aunque trajera algo casual puesto. La peli rosa traía unos leggins de color verde pistache y un top blanco con negro y una sudadera roja.

Caitlyn: te ves bien VI.

La peli rosa asintió con un poco de pena y le devolvió el cumplido a la sheriff.

VI: gracias cupcake, tu como siempre te ves hermosa, con lo que te pongas.

La sheriff se sonrojo, por el cumplido de la peli rosa, la sheriff traía unos leggins de color café con una sudadera morada.

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