1 | 𝗘𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝘁𝗿𝗼𝘀 𝘆 𝘀𝘂𝗲ñ𝗼𝘀.

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟕.

"My Immortal de Evanescence."

Después de aquel catastrófico día, en dónde Edén salvó a Andrómeda de los miles de espectros que la invadían y atormentaban en sus sueños. La mujer se recuperó milagrosamente, ahora los doctores que pasaban días y horas observando la salud de la mujer, salían tan sorprendidos al darse cuenta que de repente Andrómeda ya no sufría de los dolores y el deterioro de su cuerpo. Claramente la mujer tenía un enorme dolor de cabeza y a veces sentía como un pálpito en ella o que iba a explotar, pero para las personas eso era tan pequeño e insignificante a diferencia de su terrible estado de salud en el cual se encontraba.

La mujer aún lucía cansada, distraída y en ocasiones le salía sangre en la nariz, y los moretones que decoraban su piel, aún no se iban de ella. Pero pese a todo ese desastre, la mujer estaba sana; ella era libre y sus sueños eran tan diferentes a los que tenía con los espectros que, inocentemente, Andrómeda extrañaba de aquella experiencia tan tortuosa y de aquel hombre de ojos verdes que tanto la atormento por mucho tiempo en sus sueños.

Para ella, todo esto había sido un suceso tan misterioso que la dejaban sin palabras y la hacían sentir tan perdida de su mundo y fuera de su órbita. Pero pese a la terrible experiencia que le dejó este evento en referencia a su salud, se sentía tan agradecida la mujer, ya que creía que todos esos sueños que la atormentaron le podían servir para cumplir su sueño de ser escritora. Por ende, sin perder tiempo, en sus tiempos libres, se dedicaba horas y horas frente a su laptop para redactar una saga de libros que llamaría "el bestiario de los seres mitológicos", el cual redactaría todo lo que vivió con un poco de fantasía para la atracción de los lectores.

Andrómeda estaba tan comprometida, que inclusive decidió cometer una locura. Pues la mujer recordaba con miedo a Edén. A aquel hombre que se encontró con ella en la parada de autobús y habló con ella. Recordaba claramente al hombre que la había asustado y la había acosado, sin embargo, ella tenía curiosidad de volver a verlo y conocerlo, pues debía admitir que quizá la paranoia que le provocó conocerlo, quizá hizo despertar a aquellos sueños. O quizá él era producto de sus alucinaciones. Nunca lo sabría, pero siempre recordaría con cariño a Edén, el chico de los ojos verdes.

Sin embargo, eso ayudo a que ella, con los años, publicara sus libros y se volviera famosa. El más popular de su saga era el libro de "El chico de los ojos verdes", el cual hablaba de Edén como un guardián de bosque. Obviamente la mujer le cambio de nombre y de facciones, además que cambio sus orígenes, pero la base era Edén.

Por otra parte, desde ese día que Edén salvó la mente de Andrómeda, él decidió volver al bosque, a su choza y regresar a su gran labor de exterminar espectros que, por desgracia, ante la distracción del hombre, aquellos espectros se habían reproducido y tenía días tan largos y pesados que le provocaban enormes jaquecas.

Sin embargo, pese a que tenía un día tan ajustado y terrible, aún dejaba tiempo para escribir dentro de sus bestiarios y terminar el libro de Andrómeda, en dónde hablaba de su experiencia con ella, de lo que aprendió de la mujer y de sus sueños. Ese libro era muy secreto para él, que, a diferencia de sus bestiarios, este libro sólo lo decide compartir a sus más allegados como lo son: Marina y Bruno, la fémina por su parte no lo lee y se le hace una ridiculez, por su otra parte, Bruno lo lee interesado y lamenta mucho lo que tuvo que vivir su amigo para no tener aquel final de cuentos que tanto se merecía. Ya que Edén, era un diamante en bruto.

Finalmente, Chelseay abandonó a su bebé en manos del humano y decidió volver al bosque a seguir su camino y cumplir con su deber de ser la reina de las Irixtas y crear aquella rebelión que las haría volver a tener los beneficios que merecían. Para el hombre, el padre del bebé de Chelseay, todo fue tan duro, sin embargo, hizo lo necesario para seguir adelante.

Y aunque esta historia no dejó a las parejas juntas, si dejó un enorme aprendizaje a ellos y grandes logros a todos. Excepto a Edén, el cual tenía la peor vida de todos. Y cuando él tenía oportunidad, en ocasiones buscaba a Andrómeda y la observaba en silencio, escondido y por sólo unos cuantos minutos hasta que en su mente volvía la misma frase que lo hacía delirar: "No hay más noble tortura que el estar tan cerca y tan lejos de un ser tan agraciado como Andrómeda."

Y ante eso en su mente, Edén volvía a su labor. A su triste destino.

Fin.

Entre los espectros y los sueños, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧