Ghost Story

Rita Skeeter - Ghost Story

Mi odio hacia Lucius se ha incrementado de forma irremediable en los últimos días. Usualmente solo me importa lo que los magos hacen cuando tengo interés en publicar acerca de ellos, y las consecuencias que enfrentan a causa de mis publicaciones me trae sin cuidado, no afectan mi vida. Pero esta historia es un caso aparte, me siento parte de ella y me aseguraré de que Lucius pague por sus acciones.

— ¿A qué debo el honor de su visita señor ministro? —digo en un tono de voz calmado. Mi actual interés es saber si Smith se encuentra bien.

—Tome asiento Rita —repite y lo hago, me siento al otro extremo del sofá, preparando mi varita por si es necesario.

— ¿Qué le hizo?

—Ah, la chica está bien, un simple desmayo —dice como si nada del mundo—. Claro, que eso continúe así dependerá de sus acciones Rita.

— ¿Qué debo hacer?

—Me agrada su cooperación —su sonrisa es cínica—. He leído lo que planea publicar y no puedo permitir que eso suceda...

—No lo haré —lo interrumpo. Se sorprende por un segundo antes de regresar a su expresión—. La copia que está allí es la única existente, puede hacer con ella lo que quiera.

— ¿Y debo creerle? —Es mi turno de sonreír. Lucius olvida que habla con una persona también experta en las mentiras.

— ¿Tiene miedo señor ministro? He averiguado muchas cosas interesantes que lo involucran.

—Cuide sus palabras Rita.

—Quiero que me ascienda a presidenta del periódico —es una jugada que espero que funcione—. Dejaré el tema y también obtendrá una aliada que puede escribir sobre lo que desee, destruir a sus enemigos. Piénselo, Lucius.

—Es muy inteligente Rita, he de decir —copio su sonrisa—. ¿Tiene un buen trago para festejar esta asociación?

+++

Caos, caos, voy corriendo de un lado al otro dando órdenes. Es todo muy de prisa y son pocos empleados, estábamos intentando evitar que se filtrase la noticia, pero a consecuencia la presión y el trabajo es mayor.

Suelto un gran suspiro cuando los periódicos empiezan a repartirse, será cuestión de minutos para que el verdadero caos haga presencia.

Draco debe estar en el ministerio de magia en estos momentos, una distracción para Lucius y al mismo tiempo la manera de exponerlo. Su sola presencia atraerá todas las miradas.

Aún no es medio día y ya se ha tenido que hacer reimpresión del periódico de la mañana, no hay publicación de noche, seguirá la misma historia todo el día. Draco se ha abstenido de dar declaraciones a otros medios que no sean el profeta, lo cual ha convertido esto en el trabajo del siglo.

Las consecuencias se empezaron a ver en la tarde, Lucius saliendo bajo custodia del ministerio de magia con rumbo a una nada agradable celda en Azkaban, que es mucho más de lo que merece.

Llega un punto en la vida en que las mentiras ya no pueden sostenerse, han estado tan entretejidas que una derrumba a la otra. Y hoy a Lucius Malfoy se le derrumba su castillo de mentiras. Sus prácticas corruptas en el ministerio de magia salen a la luz, los fondos comunitarios que eran utilizados para su beneficio personal y lo más grave de todo, las múltiples muertes que ha dejado tras de sí, que incluye el intento de asesinato de su propio hijo.

Fueron tres días más tarde cuando Ginevra Weasley fue puesta en libertad. El ministerio le pidió disculpas públicas por las forma en que se llevó su caso y prometieron múltiples indemnizaciones. Ella no se quedó callada y contó todo lo sufrió en la prisión bajo las órdenes de Lucius.