Capitulo 7

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Draco Malfoy
Fecha desconocida.

La luz del sol golpea mi rostro, pero no es eso lo que me hace despertar. El teléfono o así me parece que lo llamó Harry suena en mi bolsillo, él me lo entregó cuando decidimos que los medios de comunicación muggles eran más seguros para nosotros.

—Amor —escucho al llevar el teléfono a mi oído y no puedo evitar sonreír instantáneamente, me siento como en un sueño.

—Hola cariño —respondo cursi como no lo fui antes, estamos a kilómetros de distancia pero sé que Harry está sonriendo por mis palabras.

— ¿Cómo va el viaje?

—Terrible, no recuerdo que los viajes en tren a Hogwarts fueran tan incómodos —ahora que la neblina del sueño se ha despejado siento mis músculos adoloridos.

—Ibas en un tren mágico Dragón —respondió Harry riendo.

—Vale la pena solo porque te veré en la estación —exprese sentimental—. Tengo miedo de que todo sea un sueño Harry.

—No lo es Dragon, te lo prometo.

—Te amo Harry.

—Y yo Dragón, con mi vida —aseguró Harry acelerando mi corazón—. Hablamos más tarde, te estaré esperando.

No hay mención de Annie, ni de Ginevra, eso sería correr el riesgo de estallar la burbuja que hemos creado en donde no existe nada más que él y yo, ojalá pudiese ser así para siempre.

Luego de la despedida y mucho más despierto recorrí con mi vista el vagón, iba prácticamente vacío, el asiento a mi lado también lo estaba. Los pocos pasajeros parecían en sus asuntos, unos hablando, otros durmiendo, pero estoy seguro de que un par de ojos me vigilan, alguien que cuidaba mis movimientos.

Otra maravillosa función del teléfono es informarme la hora, cosa que pude hacer con mi varita, pero sigo evitando la magia, al menos por ahora mientras me encuentro con Harry y no estoy en un tren lleno de muggle. No sería nada gracioso el titular del profeta.

Es cerca del mediodía y mi estómago ya pide alimento, para mi suerte una señorita se encarga de solucionar ese detalle.

Mientras espero mi mente regresa a Harry, todo mi mundo parece girar en torno a él y no me molesta, hace tiempo que tengo claro que mi vida sin él no contaría de sentido.

Recuerdo perfectamente el día que lo conocí en la tienda de Madame Malkin, con su atuendo totalmente fuera de lugar, ropa tan grande que parecía tragarlo, pero estaban sus ojos, brillantes por todas las cosas nuevas y temerosos al mismo tiempo por lo desconocido.

En momentos como estos, en donde cuento con tiempo, mi mente es libre de vagar en lo que pudo haber sido.

Imaginar que cambió los sucesos de ese día, un cambio en mi actitud y probablemente me hubieses dicho tu nombre, otro cambio más y la próxima vez en el tren pudimos compartir vagón, evitando las palabras que dije, aunque sigo pensando lo mismo, no de todos, pero específicamente si de la comadreja.

Me contaste que el sombrero seleccionador tuvo intenciones de enviarte a Slytherin, quizás pudimos ser amigos y si las circunstancias lo permitían algo más.

Continuó soñando y me veo a tu lado.

Pero nada es real, en el mundo mágico la gente nos crucificaría, el salvador de mundo inmediatamente pasaría a ser repudiado, ni siquiera tendrías que ser compañero de un ex mortifago, es lo de menos cuando tienen la mente tan cerrada, cuando siguen con la idea de que el amor solo es una pareja conformada por un hombre y una mujer, cuando un beso de ambos es considerado asqueroso.

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