Capítulo 2.

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Me despido del guardia de seguridad como todos los días.

—Señor Jeon — Me detengo al oír mi voz salir de esa persona de traje negro, trago el pedazo de pan.

—Si.

—Buenos días soy Parker, tengo ordenes de llevarlo a la escuela — Frunzo el entrecejo confundido.

—¿Disculpe?.

—Como escucho — niego, al no entender de lo que habla.

—No comprendo, ¿quien le dio la orden? — Observó cómo del auto saca un ramo de flores rojas y una nota.

Dudando tomo la nota entre mis manos.

"Deseo verte"
Kim Taehyung.

Me estremezco ante solamente ver su nombre escrito en esta simple hoja de papel. Observó al chófer quien me abre la puerta, lo dudo y enserio lo dudo, pero una parte de mi accede y ya me encuentro dentro del auto.

Una semana, solamente una semana bastó para oír de nuevo de él, los días fueron tortuoso, tenerlo en mi mente y en mis sueños es como una necesidad que necesito cada minuto.

—Señor — No me di cuenta en cuanto me profundize en mis pensamientos, le sonrió en agradecimiento bajando del auto.

—Muchas gracias, podría por favor decirle...

—Lo siento, no puedo. El señor Kim vendrá por usted en la salida.

—Y-yo...

Me quedo con la palabras en la boca, observó el ramo en mis manos y esa no tan fuerte de fragancia que desprende.

—¿Quién te dio esas flores?, espera, ¿son para mí? — Le sonrió negando.

—No, me lo regalaron.

—¿Quién?.

—Un hombre extremadamente misterioso.

—Oh vaya, Jeon Jungkook está interesado en un hombre.

—No es eso — mis mejillas toman un rojizo ante lo vergonzado que estoy — No lo sé.

—¿Como se llama?.

—Kim Taehyung.

—Me suena ese nombre pero no recuerdo.

—Vamos, llegaremos tarde a clases.

En todo momento no pude concentrarme al tener ese ramo en mis manos, y era un constante de recordatorio que ese hombre vendría por mí. La llegada de salida llegó, mis manos tiemblan ante verlo ahí fuera con su porte y buen traje negro.

—Hola — Trago saliva al escuchar nuevamente su voz.

—H-hola.

—¿Te gustaron las flores?.

—Mucho, gracias.

Me sonríe abriéndome la puerta, subo al auto con todo mi cuerpo temblando, su rostro está enfrente mío, sus manos se mueven para colocarme el cinturón de seguridad.

—Gracias —Susurro.

Pone en marcha el auto, y no se el rumbo que nos llevará, solamente lo sabe el.

—Señor Kim, ¿a donde vamos?.

—¿Tienes miedo de que te secuestre? — Abro de más mis ojos negando múltiples veces, el ríe y esa simple risa me hizo jadear — Iremos a cenar, ¿Te parece?.

—S-si.

Mi mente queda en blanco nuevamente al ver el restaurante tan elegante y costoso, me estremezco ante el toque de la mano del señor Kim en mi espalda.

—Vamos.

Asiento no muy convencido, una hermosa chica nos atiende y nos lleva a nuestra mesa que desde hace unos días ya estaba reservada. Toma nuestra orden y no esperamos mucho cuando ya esta servida.

—Señor Kim, ¿Que es lo que quiere de mi?.

—Quiero mucho — Su penetrante mirada me observa en cada movimiento — Quiero tenerte sobre esta mesa con las piernas abiertas — Jadeo intentando no cruzar mis piernas ante la sensación que esta despertando en mi — Eres hermoso, y deseo verte jadeando y suplicando.

—S-Señor Kim...

—Desde el primer momento que te vi, desee tocar tu cuerpo y probar esa manzana prohibida que lleva por nombre labios.

El hambre se me ha ido, observó mi comida que está casi vacía.

—Señor Kim... Esta provocando sensaciones extrañas.

—Describelo — Niego avergonzado — Hazlo — Me ordena y yo accedo.

—Mi cuerpo está caliente, mi entrepierna.. Me.. Cosquillea.

—Estas excitado, Jungkook.

Quiero negar pero mi cuerpo no responde, accede completamente al hombre enfrente mio.

—Tienes dilatados los ojos, tu boca está entre abierto, tus mejillas son un cerezo, tu entrepierna está sensible, con un solo toque mío te puedes correr.

—Señor Kim...

—¿Todo bien? — Aparece la mesera sonriente.

—La cuenta por favor —Responde sin quitarme la mirada.

El regreso a mi casa fue tortuoso, sus venosas manos son una tentación de tocarla, su ligera habla es una tortura para mis oídos.

—Jungkook.

—¿Si? — Preguntó levantando mi vista a él.

—Buenas noches.

—Buenas noches — Trago saliva esperando algo que ni yo se — señor Kim.

—¿Que sucede?.

—Me va a besar.

—¿Eso quieres?.

—Si.

Cierro los ojos ante su cercanía, su cálida respiración golpea mi mejilla, su aliento se entrelaza con el mío.

—Nos vemos, jungkook.

Al abrir mis ojos, Kim Taehyung ya se encuentra dentro de su auto. Se despide con una simple sonrisa de lado, me quedo ahí fuera de mi departamento observarlo irse.

Esa noche que es fría se volvió cálida para mí cuerpo, jadeos y suspiro solté en mi cómoda, pensando solamente en el, en ese hombre tan atractivo.

Sumiso - Taekook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora