Sumiso - Taekook

Capítulo 13.

—No lo quiero.

—Lo lamento, no puedo recibir un no como respuesta.

—Dile a ti jefe que no quiero nada de él, y que los regalos que me ha estado dando, se lo devuelvo — señaló la caja lleno de regalos de el.

—Señor Jeon...

—No, si tiene algo que decirme, que lo haga personalmente. Sabe donde trabajo y vivo.

—Señor... — Le cierro la puerta en la cara.

Maldigo.

—Si no lo quieres, puedo...

—No, esos regalos pienso devolverlo.

—Cómo estás tan seguro que te lo aceptará de vuelta.

—Lo conozco.

...

—Es todo, chicos.

—Gracias profesor.

Le Sonrió a mis alumnos. Tomo mi maletin para dirigirme a la salida de la universidad.

—Buen día, señor Jeon — Volteo al reconocer la voz.

—¿Parker?.

—Ha pasado mucho.

Sonrió y lo traigo a mi para abrazarlo.

—¿Cómo has estado?.

—Muy bien, señor.

—Parker — Lo reprendo y el sonrie.

—Permitame — Toma mi bolso y abre la puerta del auto negro.

—Yo no..

—Conoce al señor Kim.

Claro que lo conozco. Subo al auto sin rechistar, Parker maneja con mucha habilidad conociendo bien las calles de japon.

—Penhause.

—¿Por qué no me sorprende? — Suspiro bajando del auto.

Recorro el lugar para luego subir al elevador. Al llegar al piso me sorprendo que me dejó directo dentro de la habitación.

—Señor Jeon, bienvenido.

Me resive la mujer de la otra vez.

—El señor Kim lo espera en la sala — Me conduce al lugar, es enorme — Con permiso.

Mi respiración se acelera con tan solo ver su espalda, esa espalda que alguna vez rasguñe.

—Hola — Me saluda.

—Hola.

—Toma asiento.

—No, gracias.

—Jungkook — Escuchar salir de su boca mi nombre, es... Un delirio.

—No — Demandó, lo veo alzar uan ceja y sonreír de lado.

—Bien — El se pone de pie — ¿Cómo has estado?.

—Bien, pero eso ya lo sabes ¿no?.

—Tienes razón — Deja su copa de vino en la mesa — Estas más hermoso.

Mis mejillas toman un sonrojo intenso.

—Taehyung, ¿Que es lo que quieres de mi?.

—Todo.

—Al punto, taehyung.

—Bien — Lo veo caminar hasta llegar al sofá enorme — vuelve a mi.

—¿Que?.

—Lo que escuchaste, quiero que regreses a mi.

—No soy un objeto, ya no soy el mismo chiquillo que te decía si a todo.

—Eso lo puedo ver claramente — Me escanea por completo, y yo me estremezco — Jungkook, no hay ni un momento que no pueda olvidarte.

—Mientes.

—No lo hago.

—Basta, Taehyung. No puedo creerte, tu causaste esta desconfianza hacia a ti. Así que no me pidas que te crea por que no pienso hacerlo.

Me dirijo al elevador pero no llego por que soy tomado de la muñeca y estampado a la pared.

—Jungkook, te deseo en todos los sentidos.

—¿Y Bogum? — Lo veo tensar ante la mención — ¿Aún está contigo?.

—Nunca estuvo conmigo.

—Oh vamos, taehyung. No me mientas.

—Me has dicho que no me creerás, así que no me creas, pero te estoy diciendo la verdad.

—Como sea, sueltame.

—Regresa a mi.

—No — Me suelto con fuerza de su agarre — Adiós, taehyung.

Subo al elevador y lo veo por última vez. Suspiro con alivio.

...

—¡A seguir en la casa! — Nia y yo reímos ante la Euforia de Hakura.

Esperamos un taxi para que nos lleve a nuestro departamento. Me asustó ante el repentino auto que se estacionó enfrente de nosotros.

—Buenas noches, señor Jeon.

—¿Señor Jeon? — Pregunta confundido Naki.

—Parker, ¿Que haces aquí?.

—El señor Kim, me puso a su disposición.

—Maldición. Parker, dile a tu jefe que no me visto chófer o alguien que me esté cuidando, sin ofender — Me sonríe.

—Jungkook — Le Sonrió al pronunciar mi nombre sin honoríficos — Sabes como es el señor Kim. Es mejor que yo te lleve a que el venga y lo veas.

—Mierda — Maldigo al tener un punto, volteo a ver a mis amgos — De acuerdo, pero solo por esta vez.

—Suban.