ORANGE ROSES..... EL SILENCIO DE TUS LABIOS...

ERES TÚ....

Sonreia al ver la cara de sus hermanas mayores.

– Que haces aquí?– Siseó Enora.

– Es mi mansión, lo olvidas?– dijo caminando hacia la mesilla que estaba en el recibidor, se quitó los guantes dejándolos sobre está.

En ese momento uno de sus sobrinos corrió hacia ella y le saco la lengua.

– Es un niño muy mal educado, deberías disciplinarlo– dijo mirando a Genna.

Está bufo molesta.

– Espero mi recamara esté lista – dijo mirando a una de las sirvientas – dónde está Minerva?– cuestionó a la joven.

– En la sala de clases mi lady– dijo la joven sin atrever a mirar a Nina.

– Dígale que venga a la sala– la joven hizo una reverencia y salió de inmediato al salón de clases dónde estaba Minerva.

Enora y Genna miraban a Nina como si no la conocieran.

Minerva ingreso a la sala y al ver a Nina sonrió con maldad.

– Lady muda ha vuelto– dijo esperando que Nina la mirara con temor.

Nina quien estaba de espaldas mirando por la ventana se volvió y la miró.

– Lady Ashford para tí – dijo sin tartamudear.

Minerva abrió los ojos como plato.

– Mis hermanas se trasladarán a la casa de invitados – Genna y Enora enojadas miraron a Nina.

– No puedes venir aquí y hecharnos de nuestra casa!– refutó Genna.

Nina chasqueo su lengua.

– corrección. Mí casa, no se les olvide que yo la habite por varios años, solo permití que ustedes estuvieran en la mansión durante mi ausencia, pero no crean que estaré aquí mucho tiempo – dijo mirandolas con una sonrisa en los labios– está claro que todas no podemos estar bajo el mismo techo, así que ustedes se irán a la casa de invitados – las gemelas abrieron los ojos como plato y se miraron.

– Marchate tú, nosotras no abandonaras la mansión para estar en una reducida casa.

Nina sonrió sin humor.

– No haz entendido hermanita!– se acercó a Enora.

Nina al ver que su padre llegaba corrió a él.

_ Padre!, Acabo de llegar y mis hermanas quieren que me vaya a la casa de invitados– dijo casi llorando, Holden las miró de mala manera.

Enora y Genna sorprendidas por lo que acababa de hacer Nina trataron en secó.

– Eso es mentira padre – dijo Enora acercándose a Holden.

– Basta!, Si hermana acaba de legar y ya quieren molestarla!– casi grito – Minerva, traslade todas las pertenencias de mis hijas y sus hijos a la casa de invitados – Minerva quién había estado rezagada dió un paso adelante, y haciendo una reverencia saludo al conde– que sean trasladadas a la casa de invitados Nero tres– las hermanas abrieron los ojos, esa casa estaba muy lejos de la mansión principal.

– No padre, está muy lejos de la mansión, no podremos venir a tomar los alimentos– Holden negó.

– No sera necesario que se trasladen tres veces al día, perfectamente una cocinera puede preparar todo lo que necesiten en la casa de invitados.

Enora miro a Nina quien sonreía.

– Tu!– dijo señalando la con el dedo índice– esto no se quedará así, me pagarás con creces toda esta humillación.