CERCA DE TI... 4

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SIN EDITAR...

Suspiro, la joven lady era hermosa, le encantaba su largo cabello, su piel pecosa, su sonrisa, sus preciosos ojos, anhela acercarse a ella, tenerla tan cerca que pudiera inhalar su aroma.

Silence había salió del agua, se había sentado en el pequeño muelle que estaba en la orilla, manteniendo sus pies en el estanque.

Debía volver al estudio, no quería que Minerva lo encontrara espiando a la lady, si lo hacía sabía que ella  podría recluirla en la recámara, así él no podría verla más. 

Por otro lado, sabía que Minerva no la tocaría mientras el estuviera en Ashford, las noches eran otra cosa. La malvada mujer podía aprovechar para hacer de las suyas.

Ingresó por la puerta ventana por donde salió, gracias a Dios nadie lo había visto. Se sentó en el mullido sillón, cerró los ojos, la imagen de Lady Ashford con su ropa mojada y pegada a su delineado cuerpo lo atormentaba, sus curvas eran dignas de toda una mujer, sonrió, deseaba verla de nuevo.

– Debo hablarle –  se levanto caminando de nuevo hacía la puerta ventana, diviso donde lady Ashford venía de vuelta con Antia, salió del estudio, sabía de sobra que ingresarían por la puerta trasera.

Quería toparse con la silenciosa joven.

– Mi lady – intercepto a la joven –  ¿está mejor?– Silence abrió los ojos sorprendida, ese era él hombre que la había besado hacía unos días, Gerald sonrió mostrando sus blancos dientes.

Cerro la boca, estaba sin palabras; sus piernas temblaban; pestañeaba.

– Mi lady, le habla el señor Griffing – Silence la miró , trago en seco, las palabras no salían de su boca, su garganta se había  cerrado.

–  Señor Griffing, mi lady está mucho mejor, gracias por preocuparse –  Silence no podía dejar de mirar al guapo señor Griffing – disculpe, es que le es casi imposible hablar delante de los extraños – Gerald la miraba y sonreía, el corazón de Silence latía acelerado, no quería que Minerva se enterara que el nuevo administrador le había robado un beso, de inmediato escribiría a su madre, está sin pérdida de tiempo haría que su padre la casará con aquel desconocido.

Asintió, con sus manos tomadas en su regazo; él señor Griffing era imponente, guapo y sobretodo seductor, tembló al recordar el cálido beso que el hombre le había dado.

– Espero volvamos a vernos pronto –  tomo la mano de Silence para depositar un beso en su dorso.

Se estremeció, el sentir los tibios labios del guapo señor Griffing sobre su  desnuda piel;  se sentía muy bien. sonrió, llevando su mano a su pecho, Gerald se volvió para mirarla mientras se alejaba por el largo corredor de vuelta a su recamara. Donde pasaba la mayor parte del día.

Minerva bufo, la tonta de Silence había prendado al guapo administrador.

–  Deseo que padre venga a buscarme, quiero que me presenten en sociedad, quiero contraer casamiento, irme lejos de aquí, lejos de Minerva –  dijo mientras Antia peinaba su abundante cabellera.

–  Mi lady, no le gusta el señor Griffing –  se ruborizó, era un hombre muy guapo, esos ojos la hipnotizaban.

– Si, pero no se si el quiera tomar como esposa a una mujer como yo –  se levantó de su lugar – sabes? – toco sus labios con la punta de sus dedos, cerró los ojos recordando aquel beso que él le robo días atrás – el señor Griffing fue quien me beso.

– Que!, ¿está loca ?, si Minerva lo descubre hará que su madre la entregue a él – dijo agachándose frente a la silenciosa lady.

– Lo se,  prefiero ser la mujer del administrador a tener que seguir aguantando a Minerva, ella es mala, me odia y no se porque – suspiró, su vida era miserable.

LONDRES, CANARY WHARF..

MANOR , PLATE...

MANSIÓN LONDINENSE DE LOS CONDES DE PLATE.

– Estas loco!, no la traerás – posó sus manos sobre el escritorio para acercarse intimidan te a su marido.

– No!, y si lo haré, y tú te encargaras de alistar todo para que sea presentada en sociedad, ella también es mi hija –  molesto miro a su mujer.

__ Tu lo haz dicho, tu hija, no quiero saber nada acerca de ella, porque no la dejas en ese Ashburg, puedes casarla con un capataz y déjarla allá – molesto golpeo su escritorio.

–No! –asevero – tiene los mismos derechos que las demás; te encargaras de  preparar todo, es tu deber, es tu hija! – iracunda salió del estudio, no quería a Silence, no toleraba verla.

– Maldita escuincla, porque no moriste al tiempo de nacer, solo era una mancha en mi familia –  sus ojos destilaban veneno.

– ¿Qué ocurre madre? –inquirió Miracle, su hija .

– Tu padre, está dispuesta a traer a la niña esa – Miracle la miró entrecerrando los ojos.

– Porque madre, por qué odias tanto a la muda? – Grace miró a su hija, no podía decirle porque, tomó un platinado mechón de cabello de su hija y sonrió. 

– No lo entenderías, pero solo te digo, que debes odiarla, por su culpa no soy feliz –  Miracle asintió, su madre tenía razón, debía odiarla más que nunca, su madre sufría por su culpa.

– Tranquila madre, la aplastaré en la presentación, seré mejor que ella –sonrió, esa sería su presentación social, ahora debía compartirla con la muda.

–No dejaré que ella sobresalga más que tu, debes ayudarme a hacerle la vida imposible una vez llegue a la mansión – asintió, lo haría por su madre. Grace  desde que sus hijas eran pequeñas inculcó odio hacia Silence, ese odio que ella sentía por esa niña .

– Enora y Gena me ayudaran, nos divertiremos mucho convirtiéndola en nuestra sirvienta personal – sonrió con maldad, le daría gusto hacerla sentir como una arrimada.

– Madre– tomo la mano de la condesa, saludo Edrick ingresando al salón.

– Mi niño, tomó el rostro de su hijo entre manos para besar la frente del joven lord.__ Dónde andabas?,__ Edrick la miró , elevo una ceja mirando a su hermana menor.

– Estuve en Regency, visitando a mi socio.

La condesa sonrió, amaba con locura a su hijo.

–  Gracias a Dios has venido, quiero comentarte algo terrible.... se colgó del brazo de su hijo, para llevarlo a la sala del té.

–  ¿Estas bien, sucede algo madre? –  Grace miró a su hijo con su rostro descompuesto.

– Tu padre.

– ¿ Que sucede con padre? –  la miró abriendo los ojos de par en par.

– Quiere traer a esa niña – el desagrado se sintió en su voz.

– ¿¡A esa niña, que niña!? – Grace suspiro levantándose de su lugar.

–A Silence – una sonrisa se dibujó en los labios del peliplatinado.

– Me parece excelente, debió ir por ella hace un año, pero la pobre se quedó esperando que la sacaran de Orange Roses.

– Como puedes decir tal cosa, no quiero que vuelva –  se alejó gruñendo, su hijo no tenía la menor duda de lo que ocurría...

 ORANGE ROSES..... EL SILENCIO DE TUS LABIOS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora