Circles | TaeKookV

09

Un rato después de que Jungkook se fuera de la residencia Kim, el primogénito de la familia seguía en un shock muy curioso, pero afortunadamente, no era por nada malo.

Sabía que si le contaba a su familia sobre lo que había pasado todos colapsarian, y obvio, más burlas no tardarían en llegar.
Por lo tanto, y un poco en contra de su voluntad, tuvo que llamar a Jimin para poder desahogar sus emociones.
El peliazul estaba bastante sorprendido, pero a la vez intuía que algo así pasaría tarde o temprano.

Y bueno, Taehyung sabía que su mejor amigo también les haría burla cuando los viera.

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El siguiente día de clases había llegado, y la casa de la familia Kim era un desastre, ¿Por qué? Porque EunJi no podía encontrar el único lapiz que faltaba en su estuche.

– Por dios, Ji ¿No puedes usar otro lápiz por hoy? Se nos hará tarde. – Dijo el castaño.

– No, Tae, ese lapiz es especial, no lo entenderías.

– Oh, vamos, ¿Acaso te lo dió tu crush?

– Para tu grave información, si.

Taehyung estuvo a punto de burlarse, hasta que cayó en cuenta de lo que su hermana acababa de decir.

– Espera, ¿Que dijiste? Estos chicos de ahora, yo a tu edad aún me comía los mocos.

– Yi i ti idid tidivii mi quimii los miquis – Imitó – Más te vale guardar silencio, porque ambos sabemos que ahora te comes, otras cosas... Tal vez mamá y papá estarán muy sorprendidos si se enteran de quién se trata, hermanito.

– Eres insoportable, mocosa. Ni una palabra de esto o no volveré a ayudarte a falsificar las firmas de nuestros padres.

– Tu no dices nada y yo tampoco, me parece un trato justo. Aquí está, ahora sí podemos irnos.

Los hermanos caminaron hasta la entrada de su casa, y quedaron muy sorprendidos de ver a sus padres y una persona más ahí.
Jeon Jungkook estaba hablando amenamente con los señores Kim, y al parecer su conversación era tan interesante que no se dieron cuenta cuando EunJi y Taehyung llegaron.

– Hola cuñ... Digo, Jungkook, ¿Que haces aquí? – Dijo la menor.

– ¡Buenos días Eun! Vine a recoger a tu hermanito para ir juntos al instituto. – Respondió el azabache con una mirada amenazante pero con una sonrisa deslumbrante.

– Espera, ¿A mi? ¿Por qué no me avisaste? – Preguntó Tae.

– Porque quería que fuera una sorpresa, bonito. Así que deberíamos irnos antes de que se haga tarde. EunJi, ¿Vienes con nosotros?

– ¡No, gracias! Prefiero ir con papá. No quiero ver más momentos como los que ustedes saben hacer. – Dijo susurrando lo último.

– Bien, un gusto saludarlos, me robaré a su hijo por hoy, ¡Tengan un lindo día! – El azabache gritó jalando a Tae hasta su coche para después ponerlo en marcha y salir de ahí.

Un par de cuadras después se detuvo en un alto y el castaño aprovechó para hablar.

– Así que, ¿Bonito? ¿Ese es mi nuevo apodo? – Preguntó.

– Solo si tú lo quieres, bonito. – Respondió el azabache con una sonrisa.

Después Kim se acercó a dejar un pequeño beso en los labios ajenos, y sonriendo al separarse.
Se sentía como un pequeño niño haciendo una travesura.