Sus padres habían creído que sería una maravillosa idea que sus hijos se casaran desde la primera sonrisa que se dedicaron, pero con lo que no contaron era en la difícil tarea que sería unirlos.
TaeHyung odiaba a JungKook.
JungKook odiaba a TaeHyu...
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—¡Damas y caballeros, el Príncipe JungKook y el Príncipe TaeHyung! —exclamó el guardia antes de que las puertas fueran abiertas dejando ver al par de príncipes que sonrieron ante los aplausos que recibieron al salir.
Soltando un suspiro se dispusieron a bajar las escaleras con la atención de todos encima, lo cual los hacía sentir ligeramente ansiosos. Tener la atención de tantos ojos juzgadores era muy incómodo y a la vez algo de lo que podían temer; esas personas ya tenían experiencia sobre el Gran Baile Tradicional, hasta ya habrían organizado alguno. Y para ellos que nunca habían hecho esas cosas, podía resultar muy tedioso.
La música empezó a sonar una vez llegaron al salón principal, siendo que había un gran espacio en el centro sólo para ellos y los guardias, mucamas y esos bailarines especializados en esas cosas, que los acompañarían en ese vals.
JungKook se mostró ligeramente nervioso. No obstante, cuando desvió su mirada a TaeHyung y éste se la devolvió igual de nervioso, pudo sentirse un poco más tranquilo.
—Solo deja que fluya. —susurró para el castaño, éste asintió antes de que JungKook se alejará un poco para hacer una sutil reverencia, extendiendo su mano hacia él
Y TaeHyung tragando saliva, colocó su mano sobre la suya acompañada de una pequeña reverencia antes de que comenzarán a bailar al compás de la música.
Sus cuerpos se movían suavemente en medio del gran salón mientras los bailarines los seguían de igual forma a su alrededor, pasos distintos, pero que iban acordes con los suyos. El castaño trató de –por mucho– evitar mirar a su alrededor con miedo a ver miradas juzgadoras, lo que menos deseaba en esos momentos o sentiría sus piernas como gelatina. Pero era inevitable.
JungKook le dio una vuelta hasta que la espalda de TaeHyung chocó contra su pecho.
—No mires a tu alrededor. —susurró mientras se mecían suavemente antes de que el azabache le diera otra vuelta volviéndolo contra su cuerpo
—No puedo e-evitarlo... —susurró de igual forma encontrándose con esos azules orbes
—Entonces solo mírame a mí. —TaeHyung se sonrojó. Sin embargo, luego de unos largos segundos, asintió tímidamente
Continuaron bailando y desplazándose alrededor del gran salón mientras el castaño miraba a JungKook, quién parecía muy relajado, cosa que lo incentivo. Su cuerpo dejó de sentirse tenso comenzando a desplazarse con mucha más confianza sonriendo ligeramente cuando se presentaba una vuelta o su cuerpo era alzado en el aire antes de ser bajado volviendo a mecerse.
Las personas a su alrededor dejaron de importarle en su momento, sólo concentrándose en JungKook, quién lo miró de igual forma alegando que lo estaba haciendo bien en pequeños susurros.
Sus atenciones quedaron en sí mismos, divirtiéndose bajo la atención de personas que sonrieron enternecidos. Porque ellos habían sido partícipes de esas miradas de amor.
