Sus padres habían creído que sería una maravillosa idea que sus hijos se casaran desde la primera sonrisa que se dedicaron, pero con lo que no contaron era en la difícil tarea que sería unirlos.
TaeHyung odiaba a JungKook.
JungKook odiaba a TaeHyu...
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—¿En serio no puedo ir con ustedes? No quiero quedarme aquí. —puchereo el castaño viendo como su padre era vestido por algunos sastres, quiénes estaban muy concentrados para que el traje estuviera perfecto—Juro que no estorbare, es más, ¡podría darles ideas! ¿No decías que debía aprender a gobernar? Una junta con el Consejo Real es exactamente lo que me ayudará a progresar.
—Una junta con el Consejo Real no es tan simple como has de pensar, hijo. —comentó mientras se miraba al espejo—Además, solo habrán hombres mayores con cara seria que estarán juzgando cada una de tus palabras. —sonrió en cuanto terminaron de arreglarlo, agradeciendo con una reverencia antes de bajar del pedestal—Adoro tu entusiasmo por querer aprender cosas nuevas de como ser un buen Rey, pero éste es un trabajo más difícil. No quiero que te sientas presionado por las miradas del Consejo, ellos no son nada amables con sus palabras.
—¿Pero porqué d-debo quedarme sólo con JungKook? —balbuceo sin querer observando al mayor—Él está a nada de cumplir 18 años, ¿no deberían llevárselo con ustedes para que aprenda más? Le quedan dos años para gobernar Busan.
—Sé que la idea de quedarte con él no es de tu agrado, pero SoYeon y yo lo hemos hablado, JungKook aún no está en la posición de tomar decisiones tan complicadas. —comentó acercándose al castaño para dejar caricias en su cabello—¿Qué tan malo puede ser quedarse juntos? Creí que ya estaban llevándose mejor.
—No e-es que no quiera... —admitió, lo ponía muy nervioso.
Últimamente JungKook se había estado portando muy extraño si se trataba de él, ya casi no lo molestaba y en lugar de eso pasaba tiempo a su lado a pesar de que hiciera cosas simples como: Leer, jugar ajedrez o regar sus preciadas flores.
Y eso estaba poniéndolo cada vez más nervioso; no terminaba de entender que tramaba el azabache, pero esa nueva faceta suya le estaba agrandando un poco más de lo que debería.
¡Pero eso no quitaba que lo pusiera muy nervioso!
—Es solo que se e-está portando extraño, ¿no lo has visto?
—¿Es extraño que quiera pasar un momento tranquilo a tu lado? —sonrió al notar el sonrojo en las mejillas de TaeHyung, eso era nuevo.
—¡Sí! Él n-nunca ha hecho eso... Siempre ha estado molestándome y ahora, no sé qué le sucede. ¿Crees que trame algo?
—Lo dudo. JungKook no podría hacer eso.
—No lo conoces, papá. Puede mostrarse tranquilo ahora, ¡pero después te ataca por la espalda! —simuló apuñalar su espalda consiguiendo que el hombre riera a carcajadas.