TaeHyung lo tiene todo, dinero por montón, casas regadas por todo el mundo, belleza muy atrayente, trabajo estable, autos y motos por montón, mascotas exóticas y demás.
Sin embargo no es feliz, no es feliz porque no consigue a alguien que aguante m...
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Miércoles, 06:00 am
JungKook ya aseado y con el uniforme de la hamburguesería se dedicaba con mucha tranquilidad a preparar el desayuno de su familia.
En cuanto lo tuvo hecho lo colocó en una bandeja junto al biberón del pequeño Jae quien ya se había levantado.
Se dirigió al dormitorio de su madre y abuela e ingresó dejando la bandeja en la mesa de noche que había entre medio de ambas camas.
- Madre... Ya esta el desayuno, y me iré en un rato. -dijo JungKook a la omega, quien recientemente había abierto los ojos.
- JungKook, antes de que te vayas necesito hablar de algo.
- Dime.
- Noté que llegas más temprano de lo habitual, entonces me di la tarea de llamar a los bares en donde trabajas para ver si todo iba bien, resulta que estas de vacaciones y nunca me lo dijiste. ¿Por qué?
- No lo creí necesario.
- ¡Pues si es necesario! ¿Cuando acaban tus vacaciones?
- El lunes madre... -dijo el omega sabiendo a donde se dirigía la conversación.
- Desperdiciaste todo este tiempo... -dijo negando -. Sin embargo, nuevamente salve tu vida, llamé a un amigo cercano y accedió a darte empleo hasta el lunes, trabajaras desde que salgas de la tienda de comida rápida, hasta las tres de la mañana. Te pagaran bien y podrás traer más dinero a esta casa.
- Madre... Realmente necesito descansar... Yo-
- ¡Tú nada! Eres un inútil bueno para nada, si pudiera levantarme de esta cama te aseguro que te mantendría sin rechistar. Pero no puedo, así que te toca hacerlo como un buen hijo mayor lo haría.
- Madre...
- En la tarde te llamará mi amigo, más te vale responder cortésmente, tienes que dejar de ser un inútil... Eres igual de inservible que tú padre.
JungKook suspiró y se acercó a la puerta sin querer escuchar más las quejas de su madre.
- Adiós...
En cuanto salió del dormitorio se acerco a su propio cuarto donde estaba JaeHyun sonriendo en su cama.
Desde hace un par de noches que su pequeño sobrino duerme con él, todo porque a JiYoon se le ocurrió no querer tenerlo cerca.
- Toma pequeño... -le da el biberón -. Tengo que ir a trabajar, en cuanto vuelva te traeré algo... Adiós. -le da un pequeño besito en la frente para tomar su bolso y salir del departamento.
Caminó hasta llegar a la parte céntrica de Seúl, llegando a la tienda de hamburguesas la cual ya estaba abierta.
Ingresó por la puerta de servicio, marcó su nombre, dejó su bolso en el sitio de siempre, se colocó la gorra con el logo de la tienda y atendio a los clientes que empezaban a llegar pidiendo para desayunar.