Singular↝[TK;태국]

25

La mañana siguiente, JungKook despertó por el insistente toque de su alfa en su cuerpo.

Estaban acostados haciendo cucharita, mientras TaeHyung aun medio dormido fingía embestidas por sobre la ropa.

El omega miró al pequeño Jae dormir panza arriba un poco alejado de ellos, por lo que despertó al alfa lentamente notando la erección que el mayor tenia.

— Cariño... Despierta...

TaeHyung despertó con los ojos de color negros, el celo estaba por comenzar y se empezaban a notar la presencia del alfa en TaeHyung.

El mayor de un movimiento rápido dejó a JungKook debajo suyo mientras besaba y mordía su cuello repetidas veces.

JungKook hizo un sonido de sorpresa para luego intentar quitarlo de encima suyo.

— Vamos JungKookie... Dejame... Meterme en ti.

— Aquí no... Esta Jae durmiendo... —dijo con dificultad al comenzar poco a poco a excitarse.

TaeHyung se levantó de golpe del sofá, para tomar el cuerpo de JungKook y cargarlo como costal hasta la salida de la sala, donde salió dejando la puerta un poco abierta.

Los empleados ya estaban trabajando como normalmente, al ser las diez de la mañana ya habían preparado su lista mental de que hacer.

— Cuiden a mi cachorro —gruño a los empleados quienes asintieron rápidamente al sentir la voz de mando del alfa.

JungKook se estremeció al escuchar esa voz, más sin embargo, al tener un lazo sentimental con TaeHyung, no le afectaba como al resto de omegas.

Entonces solo se dejó ser.

TaeHyung lo llevó hasta una habitación que JungKook no conocía de la casa, el alfa abrió la puerta ingresó y volvió a cerrarla de golpe dejando al omega sobre el escritorio que se encontraba allí.

JungKook vio de reojo el lugar mientras TaeHyung mordía levemente su cuello.

Era una oficina, seguramente TaeHyung trabajaba desde allí cuando no iba a la empresa.

Y tanta fue su concentración en ver el lugar, que no notó cuando el alfa quito toda ropa de su cuerpo.

El omega sintió como el mayor lo bajaba del escritorio para colocarlo con el pecho pegada a esta, separo sus piernas rápidamente y sin previo aviso se introdujo de golpe en el.

— TaeHyung-Ssi... Mierda... —exclamó arañando la madera.

TaeHyung sonrió arrogante mientras continuaba con las duras embestidas.