Tentación | Jelsa

Capítulo 20: Juntos o nada

—¿Por qué tienes esto bajo tu almohada? —me insistió.

Ni manera. Es ahora o nunca. Aunque veo por ahí la ventana de mi habitación entreabierta... ¿y si me escapo...? ¿Que tantos huesos podría romperme si salto?

—Y-Yo... creemos que... um... podría estar e-embarazada...

Nunca había tartamudeado tanto en mi corta vida.

Jack entreabre los labios y da algunos pasos para atrás. Después, se pasa las manos por su cabello, frustrado.

—Oh, no, no, no... ¡mierda! —salto del susto cuando golpea la puerta con un puño, a mi lado.— ¿Desde hace cuanto sabes esto?

—U-Una semana...

—¿Por eso querías ir al centro comercial, verdad? —su expresión de suaviza cuando ve mi cara de temor— Elsa, ¿cuando tenías pensado decírmelo?

—Supongo que... si hubiese salido po-positiva...

—¿Y si hubiese salido negativa? —abro la boca para contestar, pero solo hago una mueca— Advino... nunca me hubiese enterado.

Jack se para frente a mi y me toma suavemente de las manos, haciendo una caricia en ellas con sus pulgares.

—Elsa, escúchame. No se que pudo pasar por tu cabeza para que no me lo hayas dicho antes, pero pase lo que pase, estamos juntos en esto, ¿de acuerdo?

Asiento con la cabeza, sintiéndome de alguna manera más segura y protegida. Se inclina hacia mi, y deja un beso en mi coronilla.

—¿Te harás la prueba?

—Aún no, tengo que esperar...

—¿Esperar a qué?

—¡No lo sé! —me exaspero— ¿Y si salgo embarazada? ¿Qué se supone que haré?

—Haremos —corrige— Estamos juntos en esto. No te voy a dejar sola.

Jack me suelta y pone la mano en la manija de la puerta. ¿Ya se va? ¿Me va a dejar sola?

—¡Espera! —digo, más precipitada de lo que creí.

—¿Qué...?

Lo tomo desprevenido cuando me dirijo a él y envuelvo mis brazos alrededor de su torso, hundiendo mi cabeza en su pecho. El tarda en corresponderme, pero termina haciéndolo y más fuerte.

—Lamento ponerte en esta situación...

—Shh, tranquila —me acaricia el cabello y me separa para mirarme— Ven, me quedaré contigo hasta que te quedes dormida. Tienes que descansar.

Asiento con la cabeza y me dirijo a la cama, como niña pequeña. Jack me arropa y se acuesta a mi lado, tal como dijo que haría. Pega mi cuerpo al suyo, y empieza a trazar cosas sin sentido en mi brazo, con su dedo.

AL DÍA SIGUIENTE...

Empiezo a abrir los ojos con dificultad, debido a la luz que entra por la ventana. Sonrío como idiota al escuchar todo callado. Seguro no hay nadie en casa.

Me doy la vuelta en la cama y me topo con... ¿una cara? Uhm... crei que no había nadie en... ¡Eh! ¡Es la cara de Jack!

Que triste manera de empezar el día.

¿Acaso me estaba viendo dormir? Tardo en reaccionar, hasta que lo empujo, haciendo que se cayera de la cama. Suelto un grito y me levanto como si las sabanas quemaran.

Jack se levanta del piso como si no le hubiese dolido el golpe, sonriendo como angelito. Apoya sus codos en la cama y me mira.

—Parece ser que de nuevo dormirnos juntos. —dice, alegre— ¿Por qué siento que ya pasamos por esto?