Veintiuno

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Taehyung retiró la mano. De todas las cosas que Jungkook pudo haber dicho, ésta lo conmocionó al máximo. Se volvió hacia Jimin y vio la misma mirada de preocupación y compasión en su rostro. Ningún enojo. Nada de espanto o exclusión. Ellos solo lo esperaban a que contara la historia.

—¿Escucharon lo que dije? —preguntó con incredulidad.

Jimin asintió con la cabeza.

—Sí. Escuché. Voy a decirte lo mismo que te dijo Jungkook, te quiero, hermano y estoy aquí para ti. Solo saca todo, nosotros podemos hacerle frente.

Sus rostros estaban sombríos, pero no le habían dado la espalda. Le habían mostrado su solidaridad, ofrecido apoyo. Mierda. Sus hermanos le habían dicho que lo amaban. Jungkook lo miró de manera solemne.

—Supongo que Jieun estaba embarazada cuando decidió tragar un montón de píldoras.

¿Cómo es que tienes la culpa, Taehyung?

—Déjame ilustrarte. —Odió el borde vil en sus palabras.

Taehyung había sabido que esto sería difícil, pero ver su aparente aceptación lo hacía más difícil. ¿Qué pasaría si se enteraban de los detalles y decidían que él era un gilipollas asesino después de todo? Se restregó los ojos con las palmas de las manos. Entonces finalmente entenderían. Nada de eso cambiaba el hecho de que él les adeudaba la verdad antes de que la prensa la publicara en todas las primeras planas.

—Como saben, Jieun y yo tuvimos una relación volátil. En un primer momento era interesante. Un bonito entretenimiento de toda la otra mierda en mi vida. Tuvimos un poco de sexo caliente. A ella le gustaba follar y yo disfrutaba complaciéndola. Durante algún tiempo, valió la pena todo el drama. Luego ella se puso exigente. Me encontré en ese estado constante de reconciliación y ruptura con ella. Tengo que admitir que, mientras más peleábamos, más caliente se volvía el sexo. Era excelente. Y cuando la ex junta de Kim's Tree estaba tratando de comerme vivo, necesitaba el escape. —Se encogió de hombros—. Me hice adicto al sexo y a la ira. Me hacía olvidarme del trabajo por un rato. Nuestros padres habían muerto. No teníamos mucha familia. Ustedes dos estaban en la universidad, lejos… así que Jieun se volvió un aditamento en mi vida. Nunca tuve intención de casarme con ella. Sabía que no era buena para mí.

—Pero estaba allí y nosotros no. —La culpa devastaba la cara de Jimin. Él sacudía la cabeza con los hombros caídos.

—Hey, ambos teníais que ir a la universidad—reprendió Tae. Lo último que necesitaba es que Jimin o Jungkook se sintieran responsables—. Esta historia fue toda culpa mía. Yo era el adulto.

—Tenías veintidós años, Taehyung —gruñó Jungkook—. La mayoría a los veintidós años está bebiendo cerveza y tratando de averiguar dónde conseguir un trabajo. No está ocupándose de compañías de miles de millones de wons y tomas hostiles del control corporativo. Ellos no trataban de mantener todo unido.

—Deja de tratar de justificarlo, Jungkook. Ser joven no me exime de nada.

El licor se estaba disipando. Necesitaba más para atravesar esto, pero seguro de que sus hermanos se opondrían en el acto. Sin embargo, después de que él les contara el resto, posiblemente decidieran que después de todo no les importaba una mierda y le dejaran beber hasta la muerte.

—Mierda, no eres perfecto. No esperes serlo —insistió Jimin.

—¿Perfecto? —se burló Taehyung aun cuando su estómago amenazaba con rebelarse. Esta era la parte que él había temido—. Joder, no estaba ni siquiera cerca. Cuando decidí romper ese círculo vicioso en el que Jieun y yo estábamos, le dije que habíamos terminado para siempre. Corté de raíz. Conseguí un número de teléfono nuevo. Le dije al personal de seguridad de la oficina y del condominio que no la dejaran entrar. Ella se las arregló para conseguir mi número. Y llamaba, dejándome largos mensajes rogándome que regresara porque me necesitaba. Luego me dijo que estaba embarazada.

Cautiva - jjk; kth; pjm [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora