Dieciséis

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Jimin entró en las oficinas de Alaska de Kim's Tree sintiéndose como un hombre nuevo. Había dejado a Ivy en la mesa del desayuno poniéndose un poco de azúcar en el café. La había besado en la frente y le había dicho que volvería pronto. Había sido la imagen perfecta de la intimidad. Un hombre y su esposa separándose para iniciar la jornada. Por supuesto, Jungkook también la había besado. Tal vez no era del todo convencional, pero eso funcionaba para Jimin.

― ¿Quieres matar a Han, o puedo hacer yo los honores? ―dijo Jungkook.

Sonrió ante la amenaza de su impulsivo hermano. Jimin siempre podía contar con Jungkook para ofrecerse a patear el culo de cualquiera que se lo mereciera.

―¿Qué tal si averiguamos si él es el que ha estado acosando a Ivy antes de enterrarle en alguna parte?

Jungkook suspiró desilusionado.

―Odio cuando eres lógico.

La oficina del lugar era pequeña y decepcionante comparada con las oficinas corporativas. El lugar era funcional con paredes blancas y suelos de cemento. De alguna manera, Jimin se sentía más en casa aquí de lo que nunca hizo en la corporación. Le encantaba el trabajo de campo y había estado detrás de un escritorio demasiado tiempo. Prefería a los rudos obreros y pasar tiempo en las plataformas. Se sentía perfectamente cómodo con los empleados en River Run, pero era obvio, incluso desde la distancia, que Han Woosu no sentía lo mismo.

―Este no es el protocolo ―la voz de Woosu sonó a través del pequeño edificio. Era peor que las uñas sobre una pizarra.

Jungkook puso los ojos en blanco.

―Asegúrate de llamarme si cambias de idea y necesitas a alguien para matar al hijo de puta. Voy a ponerme al corriente con Juhyung y Jihyung. Después voy a curiosear por mi cuenta.

Jimin asintió con la cabeza. Podía manejar a Woosu mejor que Jungkook y ambos estaban de acuerdo en que ya era hora de que descubrieran lo que estaba carcomiendo a Taehyung.

Después que Jungkook se dirigió hacia la oficina principal, Jimin serpenteó por el pequeño grupo de cubículos de informática. Han Woosu permaneció de pie en mitad de la sala, incongruente con su traje de mil dólares, mirando por encima de su nariz de Harvard hacia el hombre rechoncho con la mata de pelo negro y cara que proclamaba con orgullo su herencia esquimal. Yukyu dirigía este lugar. Era más bajo que Han, pero teniendo en cuenta la obstinada expresión en su boca, era también más difícil. Jimin pensó seriamente en retroceder y dejar a Yukyu hacer el trabajo sucio, pero entonces no tendría la información necesaria… o la satisfacción.

Dos hombres jóvenes se habían unido a Woosu desde la corporación, ambos obviamente empleados de informática. Jimin pensó que reconocía al hombre delgado, de aspecto triste y pelo marrón como Lim Liam, el jefe del departamento de asistencia técnica. Liam permanecía de pie con Woosu, pero el otro hombre de veinti-algo, un chupatintas vestido con camisa a cuadros de pelo claro y dedos volando sobre el teclado, se sentaba delante de su portátil. Mierda, Kim Namjoon. El miserable chico que había intentado tener un almuerzo “importante” con Ivy. Gilipolleces. Con un suspiro, Jimin hizo notar su presencia.

―Jimin, gracias a Dios que estás aquí. Necesitas echar a este hombre en este mismo instante ―Woosu señaló a Yukyu con el dedo―. Es grosero con sus superiores y obviamente no entiende los protocolos o las reglas de Kim's Tree. Creo que los hombres de aquí han estado usando los ordenadores de la compañía para acceder a pornografía.

¿Esto era lo que le molestaba a Han? Jimin resopló. Por supuesto. Estos eran un grupo de rudos obreros en una ciudad donde los hombres superaban en número a las mujeres en cinco a uno y una conexión fiable de internet era difícil de conseguir. Le habría sorprendido si no accedieran a pornografía on-line.

Cautiva - jjk; kth; pjm [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora