Capítulo 1

561 39 4
                                    

Encontrarse en Tokio fue algo que definitivamente no esperaba. Si, era un maldito desorientado y odiaba no poder seguir una simple dirección porque era capaz de llegar a otro continente. No era fácil ser él, para nada.

En fin, vería si tenía algo de suerte el día de hoy en este nuevo lugar.

Mientras caminaba, recordó aquella situación que lo obligaba a hacer esto, solo porque se trataba de ella...

...

Había vuelto a Nerima, después de meses. Lo envolvía una agradable sensación al estar ahí. Era un lugar tranquilo, con gente educada y amable.

Aunque claro, de cierta forma la gran alegría que sentía también era provocada por aquella linda chica de cabellos azules y ojos marrones. Incluso con el tiempo, no era capaz de olvidar a esa persona que lo trató con tanto cariño en el pasado.

En fin, era una persona bastante desorientada y al final del día sería una de las grandes cualidades que posee (si es que le ve el lado positivo).

Había algo que lo dirigía al dojo Tendo, siempre sucedían nuevas aventuras y era algo que salía de su rutina.

Pero aparecer en la puerta y ser recibido por la expresión desolada de Akane no era lo que deseaba.

—Hola Ryoga. Que alegría verte. —saludó ella acercándose a abrazarlo. —¿Cómo has estado? Ha pasado mucho desde la última vez que nos vimos.

El chico sonrió ante la muestra de cariño, sus sentimientos eran muy fuertes. No podía ocultarlo.

—Hola Akane, también me hace feliz verte.

La joven lo sostuvo de la mano, haciendo que ingrese al dojo.

Todo se mantenía igual, pero tan diferente a la vez, había algo que cambió.

Al reunirse con toda la familia, pudo entender esa sensación.

Aquella alegría característica de la familia Tendo y del señor Saotome había desaparecido. Sus expresiones eran de tristeza y angustia, como si la pérdida de algo los obligara a actuar así.

No quiso ser indiscreto, por lo que guardó sus dudas y trató de mantener la conversación a flote, en un intento de animarlos. Aun así, el tema salió por sí solo y desearía no haber escuchado nada de eso.

—Realmente es una alegría tenerte aquí, querido. —dijo Kasumi después de que acabaran el almuerzo.

—Ustedes son casi como una segunda familia para mí, más bien, debería agradecerles por permitir que me quede aquí. —respondió Ryoga, siempre cordial. Todo estaba tan tranquilo.

Akane suspiró

—En realidad, las cosas no han vuelto a ser las mismas desde hace tiempo —dijo la chica, iniciando con su historia. —Intentamos mejorar por nuestra propia cuenta desde... desde ese día.

Todos se miraron entre sí, con arrepentimiento. Ryoga no entendía.

—¿Puedo saber qué sucedió?

Akane asintió, acercándose más a él. Volvió a tomarlo de la mano y continuó:

—Tu ya sabías que Ranma era mi prometido y bueno, incluso entre tanto problema que hubo con Shampoo y Ukyo, pronto nos íbamos a casar.

Fue ahí cuando cayó en cuenta. Ranma no estaba en casa. O sea, siempre sabe aparecer para molestarlo y hacer que quedé en ridículo frente a Akane, pero era extraño que no esté merodeando por la zona.

Con razón todo estaba en calma.

—Pensé que nuestra relación había mejorado. Es decir, ya no peleábamos como de costumbre, incluso él era más amable, no solo conmigo, sino con todos. Ahora que lo pienso es tan extraño y difícil de creer.

Akane empezó a sollozar con los recuerdos, llegando Nabiki para abrazarla.

—Ranma simplemente desapareció un día. —terminó de contar el señor Tendo. —No dejo absolutamente nada que avisara de su partida, se esfumó.

Ryoga sintió como un balde de agua fría le caía por la espalda.

Desaparecido...

—No queremos ser pesimistas, pero pensamos que le sucedió algo grave y por eso no volvió a casa. —dijo Kasumi igual de apenada. —La policía nos supo decir que era obvio que escapó, que eso se notaba en las cámaras de seguridad del último lugar en el que estuvo. ¿Cómo podemos creer eso?

Akane siguió sollozando y casi suplicante, como si fuera a romperse en cualquier momento se arrodilló frente al chico que seguía impactado ante la noticia.

—Ryoga... Tu fuiste uno de sus amigos más cercanos. —dijo ella con su rostro rojo por el llanto reciente. —¿Nos puedes ayudar a buscarlo? No hemos tenido éxito, pero es seguro que tú podrás hallar más información de él.

Lo conoces más que todos nosotros.

Ryoga había aceptado y ahora no tenía idea de cómo encontrar a Ranma Saotome, la persona que más odia en el mundo

... 

Jejeje

Al fin soy libre (aparentemente)

Espero que puedan darle una oportunidad a esta historia que será algo... ¿fuerte? No sé como definirlo, pero en fin, aquí está el primer capítulo :D

Ya saben que leo cada uno de sus comentarios y agradezco sus leídas y votos porque me motiva mucho

Besitos

Feather - Ranma y RyogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora