Capítulo 20

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Ranma había descubierto la ocasión exacta para llevar a cabo su plan y realmente llevaba un buen tiempo pensando en su venganza. No esperaba demasiado del grupo de policías que estaban investigando, sea que los atrapen o no igual les iban a pagar un sueldo por estar sentados sin hacer nada.

No eran como ella, a quien el enojo de los recuerdos la impulsaban a hacer todo lo posible para que paguen. Quería ver sus rostros deformarse del susto al saber que esos son los últimos momentos con vida.

Acabar con una organización no es fácil así que tenía que confiar y rezar para que todo salga bien.

Lo único que le faltaba era obtener la dirección exacta de su lugar de encuentro y para ello... tenía que entrar a la oficina de su jefe.

Aquella noche, decidió hablar con su jefe para regresar a sus trabajos de antes, con la excusa de necesitar el dinero. Aunque era poco creíble, era lo único que podía decir en estos momentos.

El señor Baek se negó en un inicio, pero Ranma era una mujer muy testaruda e insistió en el tema hasta que le dio la autorización.

—Regresa más tarde. —dijo el señor con un suspiro, agotado de tanta palabrería. —Encontrarás la carpeta de siempre con información.

No tuvo que pedírselo dos veces, acepto de inmediato y se fue de allí. Si todo salía a favor suyo, conseguiría la dirección y acabaría de una vez con esa maldita mafia.

...

Ryoga no sabía cómo sentirse. ¿Realmente estaba enamorado?

Había tantos pensamientos en su cabeza que incluso después de tener una larga siesta, se seguía sintiendo muy cansado.

Ranma era una persona super libre. Le encantaba eso de él, de ella. Y trataba de convencerse de que estaba confundido, intento mirar a otra gente, alejarse de la chica para aclarar sus ideas.

La respuesta parecía seguir siendo la misma.

Y lo confirmaba cada vez que la veía irse con cualquier hombre que pagara por ella.

Se supone que ese tipo de cosas no es algo que realmente debe de importarle para él. La chica siempre se lo dejó claro, pero no había necesidad de que siguiera viviendo de esa manera, después de todo ya había logrado obtener bastante dinero como para vivir bien por muchos años. Incluso hasta su muerte.

Tal vez si conversaba con Saotome sobre sus dudas, ignorando aquello que sentía escondiéndolo en lo más profundo, podía hacer que cambiara de parecer.

Solo que no era tan fácil.

...

Ranma sabía que este era el día. Normalmente los días en que su jefe le entregaba la información sobre la persona que debía asesinar él no pasaba en su oficina. Casualidad o no, le servía.

Si tenía suerte y como en otras ocasiones, solo debía entrar a la oficina a recoger la carpeta y salir. En este caso, buscaría en su computadora o en algún lugar cualquier dato que tenga sobre el caso.

Estaba terminando de arreglar todo para salir junto con Ryoga al Sensations, pero cuando se dirigió a la sala, lo vio usando topa casual.

—¿Por qué no estás usando tu uniforme? —preguntó la chica bastante confundida.

—Ah... Hoy tengo mi día de descanso. —respondió con calma. —Te lo mencioné hace unos días.

—No lo hiciste. —No recordaba que le dijera algo. —Y también has estado muy apartado de mí estos días, casi ni hablamos.

Era verdad, Hibiki no quería estar cerca cuando sentía que su corazón se le saldría del pecho por tener algún tipo de contacto. Era riesgoso.

Un simple apretón de manos tenía las mismas secuelas que un abrazo o un beso. No quería sufrir.

Feather - Ranma y RyogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora