Kilometraje. » caché. [adaptación]

Capítulo 2.

Poché's POV. 

—No lo puedo creer.—dije luego de colgar esa llamada.

—¿Qué pasa? ¿Quién era?—dice Aida. Ella es mi mejor amiga, la persona en la que más confío seguramente, luego de mis hermanos. Ella es quién más me soportaba y quién más quiere ayudarme, siempre está al pendiente de mi y yo siempre cuido de ella, más que una amiga es como otra hermana para mí. 

—Era ella.—estaba en shock. 

—Ella, ¿quién?—cuestiona desesperada al verme conmocionada.—Reacciona, idiota. 

—Daniela. Daniela Calle, de las empresas Calle. Dice que tiene buenas noticias para mí, seguramente si van a financiar la carrera, Aida.—expliqué, intentando contener mi emoción.—¿Entonces eso? Podré ganar mucho dinero.—dije emocionada. Ella me abrazó. 

—¿Cómo lo lograste? Vas a ganar, pitufina. Ya verás. 

Estaba por responderle, cuando mi teléfono sonó, avisando la llegada de un mensaje. 

De: número desconocido. 
Texto: necesito que me lleves a mi oficina vídeos de tus carreras, medallas, trofeos, títulos. Lo que tengas. 

Daniela Calle. 

—¿Medallas, trofeos y títulos? Qué carajos.—miré a Aida.—Ella quiere qué le lleve cosas que me he ganado, pero en las carreras callejeras sólo he ganado dinero. ¿Qué hago?—pasé mis manos por mi cara, empezando a entrar en pánico.—Ella hasta cree que tengo un agente qué se encarga de mi y de mis cosas. 

—Mierda. Déjame pensar, déjame pensar...—se puso las manos en la cabeza. Yo me reí.—Oh, ya sé. Llama a Harry y dile que te preste sus medallas, a Louis cómo agente y si tiene algo que no tenga su nombre que te lo preste también.

Luego de plantar un beso en la mejilla de mi mejor amiga por ser tan rápida solucionando mis cosas, le marqué a Harry. Hablamos y me dijo que estaría en mi casa en menos de dos horas con todas las cosas, lo cuál agradecí inmensamente. Guardé el número de Daniela y le respondí. 

Para: Daniela Calle.
Texto: ¿algo más, señorita Calle? Se los llevaré, no se preocupe. 

Luego de recopilar vídeos que yo tenía y que habían en youtube, recogí las cosas que me había traído Harry. Cuidando que nada tuviera su nombre. Aida se había ido y ya era algo tarde, estaba por irme a la cama cuando mi teléfono volvió a sonar. 

De: Daniela Calle. 
Texto: a las nueve en punto, señorita Garzón. Y no, nada más. 

Daniela Calle. 

Sonreí y decidí bromear un poco con ella. 

Para: Daniela Calle. 
Texto. ¿qué tan importante tienes qué ser para programar que salga tu nombre al final de cada mensaje?

María José Garzón. 

Me puse mi pijama y me acosté, esperando que ella respondiera. No sé, pero desde que la vi, no he podido sacar sus ojos de mi mente. Tienen un perfecto color avellana, son hermosos. Y sus piernas. Oh, y qué culo el que tiene.- Ya para, Garzón. Ella está tan fuera de tu alcance.- me repetía una y otra vez. Me quedé dormida esperando una respuesta que claramente nunca llegó. 

A la mañana siguente hice mi acostumbrada rutina, me duché, no alcancé a desayunar por organizar las cosas que Harry me trajo y así tener tiempo de llevar a mis hermanos a sus respectivas escuelas. Estaba realmente nerviosa, pero intentaba verme segura para mi encuentro con mi futura jefa, espero. Intenté hacer cabeza, rogando porque no se me haya olvidado nada, llevaba las cosas que me pidió Daniela en un maletín y a quince para las nueve ya estaba afuera del gran edificio de los Calle. Tomé un gran suspiro y me bajé del auto.