Descubriendo el Amor [Anthony Bridgerton]

Capítulo 5

- Dos bailes - afirmó la Bridgerton más joven emocionada - ¿con un Duque? - cuestionó igual de entusiasta.

- Estaba encantado con tu hermana, Hyacinth, como el resto de invitados - le respondió su madre compartiendo la alegría de su hija pequeña mientras miraba a Daphne que tocaba el pianoforte.

- Y Anthony bailó con la señorita Elizabeth - comentó alegre la pequeña de nuevo.

- Si, lucieron adorables - respondió Lady Bridgerton tomando de su taza de té.

Esto hizo que Elizabeth se atragantara con lo que estaba comiendo, provocando que tosiera. Benedict y Colin rieron ante esto. En la sala irrumpió una acelerada Eloise que se paró de pie.

- ¿Cómo se queda una dama en cinta? - cuestionó la joven aún de pie, provocando que Daphne abandonara las teclas del pianoforte para mirar a su hermana desconcertada.

- Eloise, menuda pregunta - la reprendió su madre.

- Creía que había que estar casada - informó indignada.

- ¿Qué estás hablando? - inquirió la hermana mayor.

- Al parecer no es un requisito - dijo a su hermana.

- Eloise, es más que suficiente - dijo tajante la matriarca del hogar.

Eloise se sentó entre sus dos hermanos y frente a Elizabeth.

- Daphne, por favor continúa, tocabas de maravilla - le pidió Violet consternada.

- Vosotros sabéis algo - afirmó Eloise mirando a la nada.

- Eloise, ¿has visitado alguna vez una granja? - cuestionó Colin.

- Colin - le riñó Elizabeth con sus mejillas sonrojadas mientras a su vez, Benedict le propinó un golpe en la nuca.

- Espero que no estéis alentando temas de conversación inapropiados - advirtió Violet Bridgerton.

- Claro que no madre - respondió Benedict.

- De hecho, ya nos íbamos a...sacar nuestros sables - informó el más joven de los dos varones provocando que Elizabeth no pudiera aguantar sonreír soportando las ganas de querer reírse. No era tan inocente cómo cualquier debutante pues su madre se encargó de que supiera sobre la naturaleza humana y nunca dejara que un hombre se aprovechara de ella sin que apenas lo supiera.

- ¡Colin Bridgerton! - exclamó alterada su madre.

- Para practicar esgrima - se defendió su hijo para seguidamente salir de la estancia acompañado por su hermano, dejando molesta a su madre.

- Se acerca Humboldt señorita- anunció la doncella de Daphne desde la puerta haciendo que esta dejara de tocar el instrumento.

- ¿Que viene Humboldt? - cuestionó ilusionada la jovencita.

- ¿Humboldt? - cuestionó confundida Lady Bridgerton.

- ¿Por qué viene Humboldt? - interrogó la pequeña Hyacinth sin comprender.

- ¿Ha venido alguien Humboldt? - preguntó emocionada Daphne ya de pie.

- Pretendientes para la señorita Daphne - dijo el sirviente pero no pudo continuar por el grito ahogado de la chica - y para la señorita Elizabeth, señora - terminó informando haciendo que la última nombrada se levantara alterada de su asiento y corriera a las ventanas para ver la inmensidad de pretendientes que aguardaban en la entrada de la casa Bridgerton.

- Pero, ¿qué? - cuestionó admirando el despliegue de caballeros con regalos. El objetivo del plan para Daphne había sido conseguido pero no entendían por qué venían a visitarla a ella, ¿habría sido por bailar con Anthony? se cuestionó mentalmente para después prepararse junto con Daphne para los primeros pretendientes en llegar.