Capítulo 16

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Ya acabado el tan preciado día, los invitados a la boda de los Vizcondes fueron partiendo a sus hogares encantados por el evento. La casa Bridgerton parecía aún más grande ahora vacía a excepción de la familia más cercana del matrimonio. El servicio llevó el equipaje de los recién casados al carruaje en el que partirían a su destino de luna de miel. Después salieron todos los Bridgerton y los hermanos Holmes a la entrada de la casa dónde el transporte aguardaba.

- ¿Por qué no puedo ir a Aubrey Hall con Anthony y Elizabeth? - cuestionó molesta la más pequeña de los Bridgerton.

- Ya iremos cuando acabe la temporada social, Hyacinth, ahora ellos deben disfrutar de su luna de miel solos - explicó la madre Bridgerton a su hija más pequeña.

- Claro que disfrutarán - se burló Colin con segundas intenciones en sus palabras provocando un gran sonrojo en Elizabeth que no pasó desapercibido por el Vizconde que la abrazó por la cintura.

- ¡Colin Bridgerton! - regañó ahora Violet a su tercer hijo.

- Elizabeth, espero que te guste Aubrey Hall - dijo ahora Daphne tomando las manos de su cuñada.

- Muchas gracias Daphne, estoy segura de ello - contestó sonriendo - volveremos en un mes para tu boda con el Duque - a lo que la más joven sonrió incómoda por su forzado enlace con Simon.

- Esperamos que seas muy feliz en esta nueva etapa de tu vida, hermana - habló Mycroft abrazando a su hermana separándola un poco de su marido.

- Así es, cuídela por nosotros Lord Bridgerton - le pidió Sherlock a Anthony.

- Tenga eso por seguro Lord Holmes - asintió el Vizconde.

La primera en subir al carruaje fue Elizabeth y tras ella su marido, para después despedir a sus familias a través de la ventanilla y verlos desaparecer cuando el transporte abandonó la calle.

Elizabeth miró a Anthony sin saber muy bien que decir o hacer. A lo que el varón se dio cuenta y se puso junto a ella para abrazarla y poder oler su delicioso aroma.

- Estoy deseando que lleguemos a Aubrey Hall, de seguro te gustará - interrumpió el silencio Anthony mientras que la cabeza de  su esposa reposaba en el hueco de su cuello.

- Espero que el camino se haga corto, porque quiero conocer tu hogar - explicó Elizabeth haciendo que el pecho de Anthony de sintiera cálido y no pudiera evitar tomar el rostro de su esposa de manera delicada por su mentón para que lo mirara a los ojos y besarla de manera dulce a lo que ella correspondió posando su mano en la mejilla del Vizconde, para después acariciar el pelo de su nuca lo que aumentó la temperatura de él. Ahora el beso pasó de dulce a apasionado en cuestión de segundos. Sus labios se movían al mismo ritmo para que la lengua de Anthony pidiera permiso para entrar a la boca de Elizabeth la cual abrió gustosa para acceder a la petición. Las manos de Anthony viajaron al cuerpo de su esposa, mientras que una jugaba con uno de sus pechos mientras que la otra bajó a la cintura de la de iris de color avellana. Los labios del Vizconde descendieron al escote de la joven arrancando un gemido de su garganta y sin esperárselo las manos de Elizabeth lo empujaron hacia atrás desconcertando a Anthony, haciendo que se miraran a los ojos. Ojos los cuales tenían dilatadas sus pupilas por el deseo de ambos.

- Elizabeth - la llamó con voz cargada de lujuria. Para intentar volver a la cercanía de su cuerpo pero sin esperarlo, su esposa se subió un poco su vestido y de sentó a horcajadas sobre su regazo a lo que sonrió satisfecho de ver la iniciativa que había tomado.

- Déjame darte placer - pidió la joven de cabellos castaños, que sin esperar la respuesta, acercó sus labios al cuello del Vizconde. Lo besó y lamió haciendo que Anthony gruñera y la dureza de su pantalón aumentara considerablemente. Por instinto, Elizabeth frotó su entrepierna con la de él maravillando a su esposo que apretó sus nalgas ayudándola en el movimiento.

Descubriendo el Amor [Anthony Bridgerton]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora