Capítulo 1

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Grosvenor Square, 1813

Querido lector, ha llegado el momento de hacer nuestras apuestas para la inminente temporada social. Pensemos en la casa del Barón Featherington, tres señoritas colocadas en el mercado matrimonial como corderitas melancólicas por una madre carente de gusto y de tacto. Bastante mejores probabilidades tienen en la casa de la viuda Vizcondesa Bridgerton. Una familia sorprendentemente prolífica famosa por su despliegue de hijos apuestos e hijas absolutamente preciosas y absolutamente delicadas. Aunque el factor sorpresa de esta temporada es una jovencita misteriosa para toda la sociedad pues no creció bajo la atenta mirada de esta: Elizabeth Holmes. Y si, como ustedes pueden imaginar es la hermana pequeña del infalible detective Sherlock Holmes ¿Será la señorita Holmes lo suficientemente buena para su majestad?

REVISTA DE SOCIEDAD, LADY WHISTLEDOWN

26 de abril de 1813

- Mycroft, ¿de verdad es necesario que vaya a esa presentación? - cuestionó Elizabeth con pesar, pues en sus planes no estaba ser una señorita casadera. Ella fue criada de manera muy diferente a la convencional, su madre se encargó de enseñarle tanto a ella como a su hermana pequeña Enola, leían libros, aprendían de ciencias, practicaban todo tipo de deportes, ejercicios tanto físicos como mentales. Las crió inculcándoles que eran libres de ser quiénes quisieran. Pero un día, desapareció sin más, dejando a sus dos hijas confundidas por su ausencia.

- Elizabeth, ahora estás bajo mi tutela y por tu edad ya tendrías que haber sido presentada en sociedad - argumentó el mayor de los hermanos mientras la miraba con severidad. Era cierto que con veinte años no era lo más común pero su madre no quería eso para ella.

- Pero sabes que no soy una "señorita" - contrarrestó la menor de la habitación.

- Y por eso os matriculamos a Enola y a ti en el internado de jovencitas para corregir vuestro lado salvaje, una pena que ella escapara y no logramos encontrarla, pero contigo han logrado conseguir que parezcas una señorita a ojos de todos, aunque no han llegado a quitarte esa idea de no ser una dama - dijo Mycroft mirando a su hermana. La verdad que era muy bella, finas facciones, ojos de iris marrones, piel clara, cabello castaño que ahora estaba recogido y portaba una tiara y una pluma blanca enorme, esbelto cuerpo que llevaba el vestido color blanco que debían de llevar las debutantes el día de su presentación. Sabía que si se comportaba podría conseguir un buen marido sin ser un impedimento su edad.

Por otra parte Elizabeth al escuchar el nombre de su hermana pequeña no pudo evitar entristecerse porque eran muy cercanas y la añoraba, pero sin que sus hermanos lo supieran se comunicaban con mensajes cifrados y publicados en el periódico. Igual que lo hacía su madre cuando la buscaban. Eudoria Holmes, una mujer fuerte y misteriosa que traía algo entre manos aunque para ella era desconocido su objetivo pues ayudó a Enola a escapar, para que ella con su ingenio e inteligencia encontrara a su madre. Ese fue el plan que tramaron cuando estaban en el internado antes de la huída de su hermana junto con su amigo, que resultó ser el Vizconde de Tewkesbury y ella se quedaría con sus hermanos para mantenerlos ocupados con su temporada como debutante. No es que ella fuera estúpida, ni muchos menos, pero no tenía las altas capacidades deductivas de sus hermanos, Sherlock y Enola.

Mientras ella meditaba sobre su hermana, fue sacada de la casa por los sirvientes para después subirse en el carruaje que la llevaría al palacio real, dónde habitaba la reina. Todo el trayecto fue silencioso. Mycroft leía el periódico, mientras que Sherlock analizaba en su mente los datos que podría tener sobre el paradero de la más pequeña de la familia, Enola.

Al llegar al lugar, Elizabeth bajó del carruaje con ayuda de un sirviente seguida de sus hermanos. Algunas miradas curiosas se posaron en los hermanos Holmes pues no conocían ningún dato de la jovencita a excepción de su nombre el cual había desvelado Lady Whistledown en su revista de chismorreos. Mycroft ofreció el brazo a su hermana y esta lo aceptó sin rechistar. Caminaron hacia una familia bastante numerosa aunque Elizabeth no sabía quiénes eran.

Descubriendo el Amor [Anthony Bridgerton]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora