Día 21: Flower Languages

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DIA 21

FLOWER LANGUAGES

(o Lenguaje de las flores)

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O la extraña relación de Marinette Dupain-Cheng con las distintas flores...

Relacionado con muchos capítulos.

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Tenía el corazón roto, el cuerpo cansado de llorar toda la noche, la voz no le salía y la nariz le escocía de tanto que se había limpiado los mocos. El día anterior, los había visto juntos, a ellos dos, en su primera salida como novios oficiales. A Adrien y Kagami, por supuesto. Y cada vez que pensaba en su dulce amigo, ella lanzaba un quejido y abrazaba su almohada de gato poniéndose a llorar, nuevamente.

Y así, horas de horas.

Con lentitud, casi a la hora de comer, ella se levantó y arrancó con tristeza las fotos que tenía de él en la pared. Algunas las tiró, otras las escondió en el baúl donde guardaba sus regalos, y sólo se quedó con una en su diario. Era una foto de ellos dos juntos, sentados en la banca del parque de su casa. Sin dudarlo pero llena de melancolía, Marinette le dio vuelta a la foto y escribió despacio y con cuidado lo siguiente:

- "Adrien Agreste y Marinette Dupain-Cheng. Agosto del 2016".-

Luego, abrió su diario y escondió esa única foto en sus páginas. Con la llavecita, aseguró el candado para que nadie pudiera leerlo, y volvió a dejarlo en su cajón.

Ese día, recordó Marinette, se había encontrado con Adrien de manera absolutamente casual, sin quererlo, en un parque cerca a su casa, pero él no estaba solo. Estaba con su primo Félix, el gruñón, el tipo de chaleco, corbata y pantalón de traje. Además ella recordaba que ese chico usaba un gel extraño para no despeinarse y también recordó que tenía modales extraños, demasiado formales. No le prestó mucha atención para ser sinceros, porque ella estaba absolutamente encantada con Adrien y con su suerte. Hablaron los tres un buen rato, en realidad hablaban ellos dos, porque Félix no participaba de la conversación y parecía aburrido. A Marinette no le podía importar menos, es cierto que estaba deslumbrada por el modelo y que a consecuencia de eso, simplemente no le prestaba atención al otro muchacho. Y él tampoco le prestaba atención a ella.

Llevaban un buen rato hablando, ella tartamudeando y Adrien riéndose, hasta que Marinette se percató que Félix se agachaba cerca a un matorral y cogía de entre la maleza, una pequeña florecita silvestre, blanca con centro amarillo, delicada, casi imperceptible para la vista. Félix la limpió, estiró sus diminutos pétalos y se la colocó en el bolsillo interior de su camisa, por debajo de su chaleco. Fue entonces, cuando Marinette descubrió que ese chico sonreía, porque él sonrió, ocultando la tímida flor en sus ropas. Luego, observó cómo Félix miraba a izquierda y derecha, preocupado que alguien lo hubiese visto. Pero ella, miró hacia otro lado y fingió no haberse percatado de la dulce acción.

Felix y Marinette. Felinettenovember 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora