Día 18: Heist

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DIA 18

HEIST

(o "Atraco", o cuando Félix Graham de Vanily volvió a casa.)

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Continuación inmediata del día 12: Reunión.

Félix ha terminado de hablar con Marinette, advirtiéndole de lo que pasaría si ambos se casaban. No logra convencerla, por lo que debe irse, así que abre un portal y desaparece, pero ...¿adonde fue?




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Otra vez cayó sobre un tejado, pero esta vez no estaba en París, ni había Torre Eiffel. En cambio, vio al gran London Eye a lo lejos, a las orillas del Támesis. Londres. Su hogar, su ciudad, después de tanto tiempo, volvía a casa, a reencontrarse consigo mismo.

Nuevamente, se lanzó desde lo alto hacia el pavimento, cayendo muy bien. Rápidamente pudo ubicarse y tomó dirección hacia su mansión, hacia dónde si mal no recordaba, se reuniría consigo mismo, con el Félix joven y feliz que se casaría con Marinette muy pronto.

Y mientras caminaba, veía cómo su vida, su infancia, pasaba por su mente.

Su primera bicicleta, su padre enseñándole a montarla. Su madre dándole un beso en la frente, o cuidando una herida en su pierna. También rememoró su adolescencia, y sus primeros encuentros con Marinette, recordó lo triste que él se puso cuando perdió el tren, con el cactus en la mano y cómo, al llegar a Londres, al día siguiente, su madre lo abrazó hasta hacerle crujir la espalda preguntándole donde había estado y con quién. Luego su memoria quiso recordar también, esa tristeza mezclada con furia producto de saberse no valorado por ella, aquel día lejano en la tetería. Siempre le hacía esperar, siempre llegaba tarde, como si encontrarse con él, no fuera nada, nada importante. En su vejez, entendió finalmente porqué su Marinette llegaba siempre tarde a todo, con excusas cada vez más ridículas.

Ladybug.

Ella era Ladybug y su doble vida le jugó continuamente malas pasadas. Él terminó una vez con ella, por sus tardanzas. Y otra vez, justo antes de su primer beso con Marinette, él le regañó cuando no cumplió bien su trabajo de heroína. Luego, cayó en cuenta que cuando la trajo a Londres, la arrancó de París, sin saber que esa ciudad se quedaba huérfana de héroes, pero también de villanos.

Ladybug.

Tal vez el peor error de Ladybug había sido él, Félix. Él y su amor. Un amor maldito, concluyó.

Felix y Marinette. Felinettenovember 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora