CAP 25: Te odio

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Hace unos días llegamos del hospital, luego de una semana ya me encontraba bastante bien, al menos físicamente hablando

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Hace unos días llegamos del hospital, luego de una semana ya me encontraba bastante bien, al menos físicamente hablando. Jimin era otro caso, aún quedaban restos de raspones, aunque nada grave, se curaría con el pasar de los días. Gracias a Jin y a papá, Jimin decidió volver al apartamento y le quitaron esa idea loca de volver a su casa de su cabeza.

A pesar de estar juntos la mayor parte del día él seguía ignorándome, y cuando intentaba explicarle todo solo se iba o me mandaba a callar. Su rechazo me dolía, y a veces me ponía a pensar que esto mismo es lo que sentía cuando yo lo rechazaba al principio cuando recién nos conocimos. Tal vez me merezco todo este sufrimiento por lo que le hice pasar.

Ahora me encontraba tirado en mi cama, desde el día que me rechazó en el hospital mi lobo está decaído y la mayor parte de las veces termina afectando mi estado de ánimo. Pero la verdad no me importa mucho, lo único que llegó a preocuparme un poco fue cuando mi celo no llegó hace dos días, pero pronto terminé desechando esa preocupación de mi mente.

Me puse de pie sintiendo mis piernas temblar por la poca fuerza que tenían, odiaba tanto esta sensación de debilidad en mi cuerpo, habían veces en las que ni siquiera podía levantarme de la cama. Salí de la habitación, viendo a Jimin sentado en el piso de su cuarto con los zapatitos tejidos que mi papá nos regaló en sus manos y algunas de las ropitas que compré a escondidas tiradas a su alrededor, también habían algunas camisetas mías y unas almohadas y mantas, tenía formado una especie un nido en una esquina del lugar, y sollozaba en voz baja para que yo no lo escuchara. Sus mejillas estaban mojadas debido a sus lágrimas, sus ojitos hinchados y su nariz roja.

—Jimin —me miró, sus ojos azules cual zafiro me miraron fijamente, rápido se puso de pie y me abrazó, con una pequeña esperanza de que todo podría volver a la normalidad floreció en mi pecho cual pequeño rayo de luz en la oscuridad.

¡Te extraño alfa! —sollozó restregándose en mi pecho, queriendo que lo marcara con mi aroma.

—Yo también te extraño omega —pasé mi mano por su marca, dejando suaves caricias que lo hicieron suspirar.

Te amo, no lo olvides, sin importar lo que él diga yo te amo mucho alfa —sus ojitos azules brillaron mientras tenía una pequeña sonrisa.

Acaricié sus mejillas y me acerqué a dejar un beso en su frente pero un empujón de su parte me lo impidió.

—Te dije que no me tocaras ¡¿qué parte de eso no entiendes?! —me gritó enojado, tomando el control de su omega nuevamente—. ¿Es qué no comprendes qué el simple hecho de mirarte me causa asco?

—Ya basta Jimin, detente —dije llevando una mano a mi pecho debido al dolor que comenzaba a aparecer en él. Todo yo sufría con su horrible rechazo.

—¿No quieres escuchar lo que pienso? —ladeó la cabeza—. Eres el peor alfa que existe, ni siquiera pudiste salvar a tu propio hijo, todo fue tu culpa y por eso te odio —profirió de forma fría—. ¡Y ya no quiero esta porquería! —se quitó la cadenita que le regalé y la tiró al piso.

¡Eres mi alfa! ⚜️ Kookmin ⚜️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora