Jungkook solía ser un alfa egocéntrico y autosuficiente, pero eso cambió cuando cayó totalmente enamorado de Taehyung, uno de los omegas más lindos de su universidad.
Cuando después de muchos altibajos finalmente pensó que podía ser feliz junto a s...
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Miré nuevamente la prueba entre mis manos, mientras las lágrimas caían una tras otra por mis mejillas, estaba tan asustado, ni siquiera he terminado la universidad, y tampoco sé si Jungkook quiere un cachorro a esta altura, tenía miedo de que mi alfa me abandonara por esto.
Nunca hablamos sobre el futuro, tampoco salió nunca en ninguna de nuestras conversaciones la palabra "cachorro". No tengo ni idea de cómo lo tomará y eso me hace sentirme demasiado inseguro con esta situación.
Escuché su voz afuera e intenté retener mis sollozos pero me fue imposible. Me di cuenta de su intento para entrar pero solo le puse seguro a la puerta porque no estoy listo para afrontarlo aún. Su voz desde afuera se escuchaba preocupada, de seguro piensa que me sucedió algo.
Inevitablemente tuve que abrir cuando lo escuché amenazar con tirar la puerta, al instante sus ojos fueron a la prueba de embarazo que tenía en mis manos y su rostro se tornó pálido cuando le dije que estaba encinta. Si no fuera porque su pecho se expandía al inspirar diría que estaba frente a una estatua.
—Ay no, mierda, no puede ser, esto...esto traerá problemas —dijo caminado de un lado a otro.
Dentro de mi tenía esperanzas de que su reacción fuera otra, pero al verlo así solo me entraron más ganas de llorar. Él no quería un cachorro.
—¡Jimin-ah tienes que protegerme, o te quedarás sin alfa y serás padre soltero! —se veía muy asustado, fruncí el ceño mirándolo confundido, no comprendía nada.
¡¿De qué se supone qué está hablando?!
—¿Qué?
—Papá va a matarme cuando lo sepa, soy hombre muerto —repitió tomándome por los hombros.
—Entonces...¿no estás molesto? —pregunté en voz baja.
—¿Por que iba a estarlo? ¡Voy a ser papá, esa es una excelente noticia! —exclamó emocionado y me abrazó—. ¿Por eso llorabas? ¿Pensabas qué no lo querría?
Asentí con un puchero, de verdad estaba asustado.
—¿Eres tonto Jimin-ah? Es un pedacito de nosotros —murmuró acariciando mi vientre con suavidad—. Es una pequeña bendición en nuestras vidas, una muestra de lo mucho que nos amamos.
Se agachó levantando mi camisa y dejó un montón de besitos en mi vientre aún plano.
—Papá está ansioso porque nazcas pequeña —susurró sobre la piel de mi vientre.
—¿Como sabes qué es una niña? —pregunté mirándolo con burla.
—Instinto de padre alfa —respondió y yo solo reí por su tonta respuesta.
—Tenemos que ir al médico —el asintió y ambos salimos del apartamento para ir al hospital.
Al llegar estuvimos esperando unos minutos hasta que nos llamaron, primero me extrajeron sangre y luego el médico, quién era un omega muy apuesto por cierto, y que no paraba de comerse a Kookie con la mirada, me mandó a acostarme en la camilla y levantar mi camiseta.
