¡Eres mi alfa! ⚜️ Kookmin ⚜️

CAP 2: Mi alfa

Me sentía mucho más tranquilo en los brazos de mi alfa, su fuerte y penetrante olor a chocolate había conseguido calmarme en cuestión de minutos. Cuando alcé la vista y ví a aquel alfa grande y fuerte, todo vestido de negro, con su brazo derecho tatuado y unos cuantos piercings mi lobo comenzó a corretear en mi interior deseando impregnarse de su aroma; ni siquiera me di cuenta de lo que había hecho hasta que tenía mi cara en su cuello inhalando su aroma y mis brazos se aferraban a su cuerpo. Desde el primer segundo mi lobo me hizo saber que era mi pareja destinada.

Se encontraba hablando con el otro omega pero yo solo me concentraba en él y su aroma, de pronto me cargó en brazos y según escuché me llevaría a su apartamento. Estaba tan cómodo y el cansancio de los días anteriores me tenía tan agotado, que terminé dormido en sus brazos.

Desperté sintiendo suaves caricias en mi cabello, ronroné como gato al sentirme completamente rodeado del aroma de mi alfa. Abrí mis ojos con lentitud y observé al omega de antes frente a mí con una linda sonrisa cuadrada.

—¡Despertaste! —chilló de pronto y me encogí un poco asustado. A pesar de todo estaba en un entorno desconocido para mí y por ello mi lobo se encontraba alerta—. Oh, perdón, no quería asustarte.

Miré a mi alrededor analizando el ambiente. Me encontraba durmiendo en un cómodo sofá, el apartamento era grande, pintado con colores neutros y una decoración elegante y discreta; mi alfa tenía buen gusto. Sonreí inevitablemente cuando lo ví entrar a lo que suponía era la sala de estar, y sentarse frente a nosotros.

—Aquí tienes —le lanzó al Omega que estaba a mi lado un pequeño frasco con crema para poner en mis golpes.

—Si te duele mucho me avisas ¿sí? —comentó en voz baja y yo solo asentí.

Comenzó a frotar la crema en mis moretones, dolía un poco a pesar de que eran de hace varios días, por lo que me quejé en voz baja. Miraba a mi alfa observarnos demasiado serio, con ese aura extremadamente imponente que se cargaba. Antes no tuve mucho tiempo para detallarlo bien, pero ahora me doy cuenta de que es muy apuesto, demasiado diría yo, me sentía muy afortunado y solo podía agradecer a la Diosa Luna por darme un alfa así.

—¿Cómo te llamas pequeño? —me preguntó el omega de cabellos castaños.

—Jimin...Park Jimin.

—Un gusto Jimin, yo soy Taehyung, pero puedes decirme Tae o hyung*, como prefieras.

—¿Hyung? —pregunté confundido, sé que tengo cara de adolescente y mi tamaño tampoco ayuda pero no creo que este chico sea mayor que yo.

—¿Cuántos años tienes?

—Veintitrés —me encogí de hombros y él me miró con los ojos muy abiertos.

—¡Eres mayor qué yo! Aunque solo por unos meses, mi cumpleaños es el próximo mes. Jungkook es el menor de los tres, tiene 22 años, aún es un bebé —hbaló de manera rápida dejándome algo confundido.

—No soy ningún bebé —murmuró en reproche y Taehyung empezó a reír por ello—, de todos modos... —hizo una corta pausa—. ¿Por qué estabas en ese callejón llorando y todo golpeado?

—Jungkook! —lo regañó Tae.

Me tensé y tragué saliva intentando bajar el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta. No era un tema fácil para mí, mis manos comenzaron a temblar y solo me concentré en inhalar profundamente con el objetivo de calmarme.

—Y-yo...m-mi pa-padrastro... —comencé a tartamudear, debía tranquilizarme. Ambos me veían con lástima y eso era lo que menos quería, en realidad odiaba que me miraran de esa forma. Respiré profundamente una vez más y me decidí a hablar.

»Mi madre se casó con mi padrastro luego de dos años de haber muerto mi padre, solo tenía catorce años cuando eso sucedió, siempre admiré a ese señor, cuidaba muy bien de mí y de mi madre, era un hombre amoroso y generoso, aún recuerdo cuando me contaba cuentos en la madrugada las veces que despertaba teniendo pesadillas, era un padre genial.

Sonreí con melancolía al recordar esos momentos.

—¿Y qué sucedió?

—Cambió —dije en respuesta a mi alfa sintiendo las lágrimas comenzar a caer de mis ojos como una cascada. En verdad duele que una persona a la que quieres tanto te decepcione de la manera en la que él lo hizo—. Luego de que mi pequeño hermano naciera fue como si le molestara mi presencia en la casa. Claro, ahora ya tiene un hijo de sangre —sonreí con ironía—. Primero fueron los regaños por cualquier tontería, después fueron los castigos, pasaba días sin comer solo porque él me encerraba en mi cuarto y luego... —hipeé debido al llanto, Taehyung sujetaba mi mano con fuerza y podía ver a mi alfa con la mandíbula tensa y los puños apretados—, luego vinieron los golpes. Fue así hasta hace tres días, escapé de casa, ya no aguantaba más esa situación y me largué de ahí en cuanto tuve una oportunidad.

—¡¿Y tu madre nunca hizo nada!? —cuestionó Jungkook con notable enojo.

—Ella siempre dijo que me lo merecía por no comportarme, ni siquiera me dejaron terminar la universidad, sino ya me habría largado hace mucho tiempo, pero no tengo como mantenerme, no tengo donde dormir ni que comer —Taehyung me abrazó cuando ya no pude retener los sollozos que salían de mi boca, su abrazo era confortable pero necesitaba urgentemente los brazos de mi alfa rodeándome.

Guiado por mi omega me solté con cuidado del abrazo de Tae y me refugié en los brazos de mi alfa, que aunque se sorprendió no me negó el contacto. Inhalé llenándome de su aroma, calmando a mi omega, y brindándome esa protección y seguridad que necesitaba.

—Puedes quedarte aquí —dijo el castaño sacándome de mi burbuja y sentí a mi alfa tensarse, tal vez a él no le agrada esa idea y lo entendía, yo era un completo desconocido para él a pesar de ser destinados.

—¿Podemos hablar Taehyung? —este asintió—. En privado.

—Claro, ahora venimos Chimmy.

Ambos se fueron por un pasillo y entraron en la última puerta de la derecha, ojalá y mi alfa me deje quedarme aquí hasta que encuentre algún trabajo.

Hyung: hermano mayor [se usa sólo entre chicos, puede ser un amigo que sea mayor o simplemente el hermano mayor de sangre].