•Cinco•

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Era una noche congelada, donde sus lágrimas se convertían en cristal, su cuerpo pálido y sus labios se pintaban de azul. Sus botas se enterraban en la nieve, dejando sus huellas, había caminado tanto, no podía ni siquiera sentir sus piernas frías. Era asfixiante, todo a su alrededor lo era, no recuerda pasar por algo que realmente lo hiciera feliz, porque todo se trataba de su bienestar social en aquel mundo donde la vida lo colocó, un lugar donde el poder era más importante que la familia.

Sus ojos rojizos se enfocaron sobre una pequeñita casa con adornos únicos, dándole un toque especial que las demás no tenían. No tenía a donde más ir, más no quería meter en problemas nuevamente a Mingi por acogerlo en su casa, conocía perfectamente las consecuencias ¿Quien podría saber si estaba en casa de Jongho? Nadie.
Cuando llegó, tocó la puerta dos veces y espero a que alguien le abriera, y mientras lo hacía, notó sus dedos arrugados por el clima tan helado.

ー¿Señor Jeong? --. No se dió ni cuenta de cuando Jongho le abrió la puerta. --. ¿Que hace aquí? Es demasiado tarde ¿Está bien?

Ni siquiera respondió y solo se lanzó a los brazos ajenos para romper en llanto, preocupando a su asistente por su estado. Jongho podía oír el llanto descontrolado de su jefe, estaba sorprendido por eso, era la primera vez que sentía esa clase de confianza con una persona así de importante. Pero algo inquietante comenzó a instalarse en su pecho, una gran tristeza. Aún abrazados, lo invitó a entrar a su calientito hogar.

ーVamos a sentarnos, luego a calmarlo y hablamos si está de acuerdo. --. Yunho asintió y se volvió abrazar de Jongho. --. De acuerdo, eso es un si.

Yeosang por curiosidad salió de su habitación abrazando un peluche de cupcake y se asombro por la presencia de aquel muchacho a esas horas tan tardes y frías. Abrazado de Jongho como si su vida dependiera de ello, una escena demasiado linda para el gusto de Yeosang. Dió varios saltitos llamando la atención de su hermano para luego colocar cara picarona y señar al muchacho de perfume caro con emoción, pero su sonrisa se borró cuando Jongho negó y le habló en lenguaje de señas sobre el estado de salud de Yunho.

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Era imposible quitarse de la mente la sonrisa tan adorable que ese chico le dió. Nunca había visto a alguien con una belleza de esa magnitud, era precioso. Andaba muy metido en sus pensamientos que ni escuchaba al chico que solo se quejaba de su enemigo de toda la vida, Jeong Yunho. Era intolerante al escuchar ese nombre, ni siquiera estaba de acuerdo en que esos dos unieran sus vidas pues de tan solo pensar en verle la cara todo los días, sentía náuseas.

ーTienes razón Seonghwa, el tiene un amante y yo lo voy averiguar cueste lo que me cueste ¡Nadie puede hacerme algo así, nadie! --. El llanto descontrolado de su hermano lo hizo blanquear los ojos del fastidio que sentía.

ー¿Y por qué no llamas a Sohyeon? De seguro cuidarán de mis sobrinos juntos.

ー¿En serio somos hermanos?

ーSabes, has lo que quieras me da absolutamente igual tus problemas románticos con ese. --. Dejando ofendido a su hermano se levantó de allí para irse a dormir lo antes posible.

Park Junyeol, hijo menor de la familia Park. El futuro esposo del pobre Yunho. Desde que era bebé a estado detrás del muchacho alto porque sus familias eran amigas. Fue de ese modo que su admiración y su supuesto amor creció con el, un amor que solo el se armó. El responsable de que Yunho estuviera en una situación en contra de su voluntad, pues fue él quien pidió la mano de Yunho por una gran cantidad de dinero para salvar la empresa.

Solo Seonghwa conocía una parte de él que nadie conocía, una máscara para ocultar su verdadera personalidad. Bajo aquel rostro precioso que se cargaba, como un ángel, viéndose tan inocente para cualquier persona ¿Que daño podía hacer? Y como dice el dicho: caras vemos, corazones no sabemos.

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Jongho y Yeosang llenaron de aire un colchón para Yunho, quien miraba algo apenado por las molestias que estaba dando en aquella casita. Había llegado tarde por la noche interrumpiendo el sueño de los dos hermanos, que debían estar cansados después del día tan ajetreado para ponerlos atenderlo de buena manera, jamás lo habían tratado tan atentamente.

ー¡Listo! Aquí tiene mantas, una almohada que espero que sea suave para usted y un osito de peluche que es mío que Yeosang a dejado para que duerma abrazado.

ーNuevamente gracias, Jongho. Ni siquiera sabes por qué estoy aquí y has sido tan atento conmigo, gracias.

Yeosang aplaudió e intentó gritar lleno de emoción pero luego tomó un cojín del viejo sofá y empezó a besarlo. Jongho por otro lado se sonrojó inmensamente por la vergüenza que su hermano le estaba haciendo pasar frente a su jefe y se cubrió con sus manos.

ーTu hermano es... Algo extraño.

ーSi, lo es... --. Rió avergonzado, viendo como su hermano se perdía la habitación que compartían.

Por alguna razón, Yunho se quedo mirando el sonrojado rostro de Jongho, deseando ver más de él. El muchacho más bajó levantó la mirada encontrándose con la ajena, sintiéndose algo cohibido ¿Por qué lo miraba de esa forma tan rara? Para su sorpresa, su jefe se atrevió a quitarle las gafas, luego vió como entre abría los labios y dejaba salir un suspiró.

ーWow... Eres hermoso.

ー¿Hermoso? --. Bien, se sorprendió por el cumplido, nadie le había dicho algo como eso.

ーAh, ah, lo siento por mi atrevimiento, es que... --. Volvió suspirar. --. Ay, como sea.

ーMejor duerma porque será un día largo. --. Y con eso último, Jongho abandono a su jefe en la sala.

Imposible ignorar el dulce resonar de sus corazones. El aura de colores brillantes que se formaba entre ellos.

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¡Nos vemos pronto!!

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Stand By Me ♡˖ [Yunjong/2Ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora