Al siguiente día me encontré con papá en la cocina, puse los ojos en blanco y quise salir de ahí, pero me detuvo.
—¿En qué andas, Topanga?
Parpadee, tratando de salir del trance en que me encontraba.
—¿Andar de que o qué?
—No te hagas la chistosa, hija.
—En ningún lado.
—Me han llegado rumores que andas con las pandillas.
Hace años y apenas se daba cuenta.
—¿Y luego?
—¿Cómo que luego, Topanga? Son personas vagas, que roban y andan en cosas malas, no quiero que te ocurra algo malo. ¿Es qué tengo una delincuente como hija?
—¡Felicidades! —le di la espalda.
—¡Estoy hablando en serio! ¿Y quién es ese muchacho que se la pasa contigo?
Fruncí las cejas.
—¿De qué hablas?
—El vago, delgado, de cabello largo...
Levi.
—Nadie.
—Con que me entere que tienes novio... —me amenazó—. Me han llegado rumores de que tienes novio y voy a descubrir quién es...
Me crucé de brazos, enojada.
—¿Te vas a enojar? Pues enójate, me da igual tu opinión, a ti lo único que te preocupa es lo que dirán de ti como padre, pero te daré un adelanto: tú y mamá son lo peor, abortada hubiera sido mejor vida para mí.
Salí de allí echando humos, encendí un cigarrillo para tranquilizarme y me senté en los escalones de mi casa, esperando que Levi saliese y pudiera distraerme con él, pero no salió y yo no tenía ganas de ir a molestarlo. Así que tomé mi patineta y me alejé de allí, a mitad del camino vi a una pareja peleando en un callejón, me asomé disimuladamente y vi que se trataba de Nora y Manolo.
—Ya, para, Dios... —le pedía ella.
Él le tiraba de su pelo y le empujaba, con enojo.
—Es que te dije que te mantuvieras callada mientras hacía eso y lo que hiciste fue echarme a perder el negocio —le masculló él, apretando la mandíbula.
Ella hizo un puchero, cabizbaja.
—Solo te dije que iría al baño.
—Y yo te advertí que lo harías hasta que terminara.
—No podía aguantarme.
—¡Claro que podías!
—No te costaba nada dejarme ir...
—No sin mi compañía.
—Pero...
Él le soltó una bofetada, que la tiró al suelo, ella jadeó y chilló. Yo casi solté un gemido, incrédula.
—No otra vez Manolo, Dios...
—¡Debes portarte bien, ¿por qué se te hace tan difícil?!
—Lo siento —lloriqueó Nora—. No volveré a hacerlo. Te lo juro, mi amor, ¿vale? Trataré de mejorar.
—¡Por favor!
Me alejé rápidamente de ahí antes que terminara descubierta por metiche y monté mi tabla, rápidamente fui a la casa de Taylor, ahí estaba su mamá alcoholizándose.
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LA LUNA TAMBIÉN LLORA
Teen FictionTopanga vive en Plutón, un barrio ficticio de los años 50 junto a su novio Embry, ella sufre el abandono constante de sus padres y Embry se ve obligado a cuidar a su hermanita menor porque su madre los abandonó y su padre es un alcohólico que se ven...