Capitulo 10: El Inquisidor

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...

Rtas: Cuando nos unimos al Covenant, ¡hicimos un juramento!

 "¡Según nuestra posición! ¡Todos sin excepción!"

Rtas: "Por la sangre de nuestros padres, por la sangre de nuestros hijos: ¡juramos mantener el pacto del Covenant

"¡Hasta nuestro último aliento!"

Rtas: Aquellos que rompan este juramento serán herejes. ¡Y no merecerán ni lástima ni misericordia! ¡Incluso en estos instantes usan las creaciones de los señores para difundir sus mentiras!

 "¡Los aplastaremos!"

Rtas: ¡Y seguiremos nuestro camino hasta la gloriosa salvación!

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La nave se sacudia al estar cerca de aquella tormenta que se presentaba en aquella mina de gas y Rtas siendo el comandante de operaciones especiales estaba a cargo mientras daba el juramento al Coverant para motivar a sus tropas.

Meri se encontraba sostenida con la espalda recargada en la pared de la nave, a su derecha se encontraba el Inquisidor... Thel Vadamee...

No sabia que decir, se mantenía en silencio, ¿Cómo debia referirse a el? ¿después de lo que paso ni si quiera sabe si es capaz de ser ella la que le dirija la palabra? ¿con que empieza? ¿felicidades..., al menos morirás peleando?... Estaba a punto de decir algo...

Inquisidor: Te creció el cabello...

Meri: ¿eh?... a si, me gusta asi... 

Thel había sido el primero en dirigirle la palabra, eso sorprendió mucho a la joven y no sabia como continuar, es diferente el como hablarle ahora.

Inquisidor: Igual a mi... tambien me gustaron las marcas.

Meri dejo salir un pequeño bufido de risa, seguía siendo el, pero ahora el trato podria cambiar, pues si la misión se cumplía con exito, Meri se volvería segunda al mando y podria liderar tropas bajo el mando de otro comandante e incluso pelear con el inquisidor.

Meri: Hay que centrarse en la misión Inquisidor. 

Al decir eso se retiro de ese lugar para ir a otro borde de la nave con otros elites a evaluar las estrategias de combate. Thel no supo que pasaba, la noto fria, y claro que cierto comandante estaba viendo la situación, se acerco al Inquisidor tras ver como Meri se alejaba de el.

Rtas: Le sienta bien esa coraza... aunque no puede ocultar la señal.

Inquisidor: Nada podrá hacerlo.

Rtas: Es el Inquisidor. El instrumento de la voluntad de los Profetas. Pero estos son mis Elites. Sus vidas me conciernen a mí. La suya, no.

Inquisidor: Pues ya somos dos.

Al decir eso Rtas entiende aquel comentario, aunque lo que había recalcado era cierto, ya no podía ser el mismo trato con el ahora que tenia la responsabilidad del inquisidor, además de inquietarle en lo que le habría dicho a Meri siendo que se le vio algo molesta, la conoce, y de momento no confía que Thel pueda cuidarla por como esta ahora.

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Rtas: ¡Guerreros, ¡listos para el combate!

El primer equipo junto a Meri y  el Inquisidor habían bajado ya de la nave listos para infiltrarse en la mina, mientras que el comandante se había ido para comunicarles todo desde afuera.

Halo: La cruzada del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora