Elizabeth Rose Irwin I.
19 de septiembre.
Ya he descubierto cómo se llama. Se llama Elizabeth Rose Evans. Es un nombre precioso, tan bonito como ella. Y queda genial con mi nombre, ¿verdad? Elizabeth Rose Irwin.
Es la chica más bonita que el mundo ha creado.
Es perfecta, es la mujer de mi vida.
La vi por primera vez hace una semana y media, estaba con otra chica tomando café, parecía feliz. Sus ojos azules claros brillaban y se achinaban cuando reía. Me quedé casi siete minutos embobado, mirándola desde el otro lado de la cafetería.
Llevaba el pelo recogido en una coleta, pero después se lo soltó, era largo y parecía suave, de color castaño oscuro. Me pregunto qué se sentirá al acaliciarlo.
Estaba apunto de ir hacia allí y pedirle el teléfono cuando se levantó de la pequeña mesa y vi lo que llevaba puesto.
Un uniforme de colegio.
Primero pensé que podría tratarse de uno de esos colegios que también incluyen cursos superiores. Tenía demasiado buen cuerpo para ser una niña de catorce años, podía tener perfectamente 18 o 19 años. Pero no, el emblema del uniforme era de un colegio que solo incluía primaria y secundaria. Así que como mucho podría tener 16.
Joder, no.
Tengo veintiún años, no puedo ir detrás de una chica de dieciséis.
He descubierto su nombre cuando la he visto hoy volviendo del colegio. Iba con un chico moreno a su lado y pronunció su nombre completo, ella dijo que odiaba que la llamase por su segundo nombre.
Su voz era muy dulce. La escucharía todos los días sin cansarme.
22 de septiembre.
Mierda, no tiene dieciséis, ha cumplido los quince este verano.
He descubierto que la ventana de su habitación da a la ventana de la habitación en la que duermo mientras cuido del matrimonio mayor amigo de mi madre.
La mejor versión que conozco de Just the way you are, es la de ella cantándolo con un cepillo de micrófono.
Esa imagen de ella bailando en su habitación en ropa interior y solo una camiseta de tirantas nunca se me iba a olvidar.
23 de noviembre.
Me he aficionado a hacerle fotos por la ventana, o cuando la veo por la calle. Creo que esto se está convirtiendo en una obsesión.
He pasado de escribir su nombre rodeado de corazones en las esquinas de mis apuntes de la universidad a soñar que practico sexo con ella sobre la encimera de mi cocina, o en la playa.
En mis sueños dejaba que le hiciera de todo.
Si tan solo supiera que existo.
2 de febrero.
No me la quito de la cabeza.
Desde diciembre, parece mucho más triste que de costumbre, siempre está muy animada.
Pensaba que sería algo sin importancia, hasta que hoy se ha dejado las cortinas abiertas y la he visto después de ducharse, mirarse en el espejo en ropa interior, como suele hacer.
Cortes. Cortes en sus muslos y en sus muñecas. He estado a punto de llorar cuando la he visto.
Necesito abrazarla. Pero no puedo dejar que me conozca, no aún. Tengo que esperar por lo menos hasta el año en el que cumpla los dieciocho.
Cuando me conozca, no dejaré que vuelva a autolesionarse. Le haré entender que lo es todo para mí, le diré lo colado que estoy por cada célula de ella todas las veces que haga falta.
Simplemente no puedo soportar verla así de mal.
Cuando consiga estar con ella, no voy a dejarla ir nunca. Me lo prometo a mí mismo.
Se me resbala una lágrima cuando leo la última frase.
Si de verdad no quería dejarme ir nunca, ¿por qué demonios han pasado casi tres años desde que me fui de Manhattan, y no ha venido a por mí?
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Me duele el alma.
:(
ELIZABETH ESTÚPIDA.
YO ESTÚPIDA QUE SOY LA QUE ESCRIBO ESTO.
Me odio a mí misma.
No sé si os acordaréis, pero Ashton llevaba una libreta sobre Elizabeth, y cuando se despidieron, le dejó tres libretas Elizabeth Rose Irwin I, II y III, y en esta fic va a haber bastantes fragmentos de las libretas.
Habría subido el prólogo antes, pero es que me he quedado embobada viendo Hell's Kitchen y no me ha dado tiempo a subirlo antes, pero :(
PD: El siguiente cap se lo dedicaré a la persona que haga el comment que más me guste, je.
OS ADORO.
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i want you again; a.i {atw II.}
أدب الهواة»-Mentiría si dijera que no he echado de menos follarte todo este tiempo« Secuela de Against the wall, no leer sin antes haber leído la primera parte.
