Love Is Weakness [REESCRIBIENDO] [CLEXA] [Español]

Capítulo Dos

CLARKE'S POV

Irse del campamento Jaha y alejarse de su gente no fue, quizá, la mejor decisión de Clarke. Pero tenía que hacerlo si quería conservar su cordura, al igual que tuvo que accionar la palanca que irradió todo un nivel lleno de gente inocente. "Y no tan inocente" se repetía la rubia una y otra vez cuando los malos recuerdos amenazaban con apoderarse de ella, era la única forma de seguir adelante que tenía. Al menos la consolaba el haber salvado a su pueblo, a lo que quedaba de Los 100, y el saber que el Monte Weather no podría causar más daños nadie, ni a los suyos ni a los terrestres. Agitó la cabeza para apartar sus pensamientos, no podía permitir que su mente se llenara de recuerdos de los terrestres. ―De Lexa― concretó una voz en su interior. No podía permitirse pensar en ella, no después de que rompiera toda la confianza que había depositado en la alianza, en ella. Debería haber hecho caso a su pueblo y no haber confiado nunca en la comandante, al final resultó ser la líder despiadada y sin corazón que todos afirmaban, todo lo que Clarke negaba sobre ella era verdad y fue una ilusa al creerse la fachada que Lexa usaba con ella. Al fin y al cabo Lexa era una experta en esconder y moldear sus verdaderos sentimientos.

Comenzaba a entenderlo todo; las palabras cálidas de Lexa, la gentil manera de hablar cuando estaban solas, incluso el beso, todo fue una mera excusa para acercarse a la líder del Pueblo Celeste, para ganarse su confianza y luego poder usarla para salvar a los terrestres, a Lexa nunca le había importado Clarke por mucho que asegurara lo contrario. Todo fue una mentira en la que Clarke se dejó atrapar, se dejó manipular por una persona fría como el hielo que no era capaz de sentir nada por nadie excepto por ella misma. ¿Cómo había podido caer tan bajo? ¿Cuándo fue que bajó sus guardias? Definitivamente había decidido no volver a confiar en nadie, a excepción de los suyos, al menos no le resultaría fácil volver a hacerlo. En cuanto a Lexa estaba totalmente dispuesta a pasar página, volver a verla no entraba en sus planes y a juzgar por los varios días que habían pasado desde su traición ella ya estaría celebrando su llegada a Polis.

Con su cabeza hecha un revoltijo de pensamientos decidió descansar un rato cerca de un arrollo, empezaba a oscurecer y ya había avanzado lo suficiente como para tener una buena ventaja sobre Bellamy, conociéndole sabía que no se quedaría quieto hasta traerla de vuelta. Clarke nunca había estado tanto tiempo sola por los extensos bosques de La Tierra por lo que sobrevivir estaba siendo todo un reto para ella, normalmente siempre había alguien a su lado que cuidaba de ella; Finn, Bellamy, Lexa. Aunque esa última no cuidaba de Clarke, cuiadaba de su propio pueblo. Volvió a agitar la cabeza, no sabía cómo ni por qué pero la comandante volvía a su mente una y otra vez, sin importar cuantas veces la hubiera expulsado siempre estaba allí. Dibujó una mueca en su cara a la vez que suspiraba, ¿por qué era tan difícil para ella apartar de su vida a la persona que la traicionó? Era algo que no podía entender.

Se llevó una de las manos a la espalda y cogió una pequeña bolsa con provisiones, cuatro bolsas de nueces, algunos frutos que Octavia había recojido poco antes de su huída del campamento y una lata vacía para recoger agua. Frunció el ceño, esa comida no le duraría para mañana si seguía avanzando al ritmo apresurado que había estado usando para que Bellamy no la alcanzara, lo que significaba que o bajaba la velocidad y, por consiguiente, las raciones de comida, o se vería obligada a cazar. Ella nunca había cazado, al menos no sola, aunque no podría ser muy difícil. Sacó la pistola de su cintura, Clarke tenía buena puntería y podría cazar fácilmente con el arma pero las balas no se encontraban por arte de magia en medio de un bosque. Presionó el botón y el cargador salió disparado hacia la otra mano de Clarke, siete balas, podría usar un par para algún ciervo y reservar las demás para posibles ataques de terrestres. Con la alianza muerta nada les impedía acabar con la vida de la líder del Pueblo Celeste.

Sonidos de pisadas alertaron a Clarke que enseguida introdujo de nuevo el cargador en la pistola y la sujetó con ambas manos, sabía que intentarían matarla, pero no tan pronto. Deslizó su cuerpo hasta quedar de cuclillas y se escondió tras una roca, más pisadas alcanzaron sus oídos, su cuerpo actuó como un resorte y se giró hacia donde provenían los ruidos. Claramente no veía nada, los terrestres estaban muy bien entrenados como para dejarse ver, jugaban con las sombras de los árboles y sus cuerpos embardurnados en pintura de guerra para camuflarse. Sabía que tenía todas las posibilidades de morir en ese mismo instante pero al menos daría un poco de guerra a los terrestres, si pensaban que iba a ser fácil matarla se equivocaban. Pegó su espalda a la fría roca para poder asomarse sin dejar su cuerpo visible, aferró su dedo al gatillo cuando las pisadas pararon justo frente a ella dejando todo en silencio, el ligero sonido de la cuerda al tensarse fue todo lo que escuchó antes de que una flecha golpeara la roca, pasando a milímetros de su mejilla izquierda. El corazón dejó de latirle por unos segundos, no era la primera vez que la muerte amenazaba con llevársela, pero esta vez no consiguió reaccionar, lo único que logró formular fue una pregunta en su mente: "¿Un terrestre fallando desde una distancia tan corta?"