Love Is Weakness [REESCRIBIENDO] [CLEXA] [Español]

Capítulo Cuatro

LEXA'S POV

Aún en la oscuridad pudo divisar los tonos azulados de la chaqueta de Clarke, algunos mechones de su cabello brillaban bajo la tenue luz de la luna. Los ojos de Lexa se agrandaron en sorpresa, hasta hacía unos segundos estaba intentando librarse del remordimiento de su muerte, ¿y ahora estaba viva? No pudo evitar reprimir una sonrisa ante tal hecho, aunque se disipó al darse cuenta de la dura mirada que le regalaba Clarke, puede que no la hubiera perdido físicamente pero estaba claro que ella no se alegraba de verla tanto como la comandante lo hacía.

―¿Estás viva?― dio varios pasos incrédula y Clarke tensó su mandíbula mientras volvía a ponerse recta.

―No gracias a ti― respondió agresivamente, sus palabras atravesaron el pecho de Lexa. Estaba acostumbrada al dolor pero aquello la hería como nada antes lo había hecho.

―Clarke, intentaba protegerte― se defendió usando su usual tono de voz calmado, como si tuviera todo bajo control, aquella facilidad de Lexa de pretender que todo iba bien ponía de los nervios a Clarke.

―¿De verdad? ¿Cuando me abandonaste o cuando mandaste a Lincoln a matarme?― la rubia encaró a la comandante, era la primera vez que estaba tan cerca de ella, "no, no es la primera vez..." una voz en su interior le recordaba aquel día en el que eliminaron toda la distancia que había entre ellas. Lexa podía sentir el aire cálido saliendo de la boca entreabierta de Clarke mientras intentaba recobrar el aire perdido por su reciente carrera.

Durante un segundo dejó que Clarke viera un atisbo de sorpresa en su rostro, aunque enseguida lo reemplazo por su seriedad de siempre. No sabía realmente qué la sorprendía más, si el hecho de que Lincoln hubiera atacado a Clarke o que pensara que ella lo había ordenado. La comandante miró directamente a los ojos de Clarke, quien tuvo que hacer su mayor esfuerzo por no apartar la mirada de los intensos ojos de Lexa.

―Nunca ordené eso.

―¿Pretendes que te crea? No eres la persona más fiable ahora mismo Lexa.

Antes de que pudiera replicar algo sonó la voz de Raven por el walkie-talkie colgado de la cintura de la rubia. ―Bellamy, ¿habeis encontrado ya a Clarke? Vuestro grupo es el único que no ha vuelto aun, Abby empieza a impacientarse. Volved cuanto antes, por favor. Cambio y corto.

Los ojos de la comandante miraban expectantes la pequeña radio, como esperando que algo más ocurriera, nunca podía estar segura de qué pasaría con los extraños aparatos que el pueblo de Clarke poseía. Algunos explotaban, otros expulsaban pequeñas piezas de metal y en otros sonaban voces, todo eso sólo le hacía pensar que era mejor no tocar nada que su gente haya creado.

―Parece que tú tampoco eres muy fiable, Clarke del pueblo Celeste― finalmente Lexa rompió el silencio que se había formado entre ellas―. Después de todo has abandonado a tu gente, no somos tan diferentes como crees.

―No tendría que haberlo hecho si tú no me hubieras traicionado― espetó Clarke, girando su cuerpo para dar la espalda a Lexa y alejarse de ella―. Maté a gente inocente, Lexa. Los maté a todos, ¿cómo podía quedarme después de eso?

―Los hombres de la montaña no eran inocentes― Lexa tuvo que reprimir sus ganas de acercarse de nuevo a la líder del pueblo Celeste―. Hiciste lo que tenías que hacer como líder.

―¿Y como persona, Lexa?

La comandante no respondió, quería hacerlo, quería consolarla de alguna manera, pero ella no tenía ni idea de qué era actuar como una persona normal. Ella era la comandante y actuaba como tal, nunca le enseñaron a tomar decisiones morales. Bajó la mirada hacia el suelo, y Clarke rodó sus azules ojos a la vez que un suspiro se escapaba de su garganta. De nuevo el silencio las rodeaba, de vez en cuando sus miradas chocaban pero ninguna de las dos se atrevía a romper el agradable sonido del silencio. Clarke empezaba a cansarse de estar de pie en medio de la nada, estaba perdiendo tiempo y Bellamy aún estaba muy cerca, sus pies actuaron solos y comenzaron a andar.