Love Is Weakness [REESCRIBIENDO] [CLEXA] [Español]

Capítulo Cinco

CLARKE'S POV

Lexa iba varios pasos por delante de ella en su camino a Ton DC ya que Clarke había bajado el ritmo de sus pasos, después de caminar tanto tiempo casi sin haber dormido el cansancio empezaba a apoderarse de ella. Lexa, en cambio, había mantenido un ritmo constante, estaba más en forma de lo que parecía a simple vista. Alzó la mirada, cada vez parecía estar un poco más lejos, ya no estaba segura de si era ella la que disminuía la velocidad o si era Lexa la que caminaba más rápido.

―¿Queda mucho?― preguntó con voz cansada y encorvandose ligeramente tras detener sus pasos.

―Ya casi estamos― respondió Lexa girándose hacia Clarke―. ¿Quieres descansar?

―No― se erguió, no quería que la comandante pensara que era débil. Lexa asintió y continuó caminando.

Los pies de Clarke siguieron los de Lexa tras soltar un largo suspiro, "quizá tendría que haber aceptado ese descanso" pensó en su interior, pero ya era tarde para arrepentirse.

Un sinfín de sentimientos se acumularon en Clarke al ver el ambiente decadente que desolaba a Ton DC, la última vez que vio el pueblo todo estaba rodeado de llamas, pero ahora se podía ver lo que el misil había causado con claridad. Lexa pasó por delante de cabañas derruidas sin vacilar ni un momento, ni siquiera apartó la mirada del frente, ¿cómo era capaz de actuar de manera tan indiferente? Una parte de ella envidiaba su fuerza pero otra parte la odiaba, este había sido su pueblo, ¿acaso ya no le importaba? Aunque preguntarse eso era algo estúpido, ella dejó que todo esto pasara, dejó que cientos de los suyos murieran, estaba claro que no le importaba, al menos no lo suficiente. "La victoria se esconde tras el sacrificio" Clarke recordó aquella frase que Lexa dijo la noche en la que todo esto pasó, para la comandante un pueblo destrozado no era nada si eso aseguraba su victoria.

Apartó la mirada y siguió a Lexa hasta una parte del pueblo que parecía intacta, salvo por algunas cabañas quemadas, pero al menos se conservaban la mayoría de las casas. La comandante entró en una de ellas seguida de Clarke.

―Aquí puedes descansar― dijo Lexa quedandose de pie en la entrada mientras Clarke se sentaba en la cama. Por fin un lugar cómodo en el que dormir que no fuera el suelo.

Lexa estaba a punto de dejar a Clarke sola cuando su voz detuvo sus pasos. ―Lexa― dirigió los ojos hacia la rubia―. ¿Por qué no has ido a Polis?

La comandante caminó lentamente hasta llegar a Clarke, luego se sentó a su lado. ―Por la misma razón que tú no puedes volver a tu hogar.

―Tú no tuviste que matar a gente inocente, ¿qué excusa tienes?― sus ojos encontraron los de Lexa.

―Sacrifiqué a los tuyos.

Clarke bajó la mirada, durante todo este tiempo había culpado a Lexa por la traición que cometió, la había acusado por no sentir, por no importarle nada más que la victoria, pero ahora entendía que nunca había dejado de preocuparse por todos. O al menos eso parecía. Definitivamente no eran tan diferentes, Lexa tenía razón en eso.

―Deberías dormir y descansar para mañana― aconsejó a Clarke antes de levantarse del borde de la cama.

―¿Qué va a pasar mañana?

―Voy a enseñarte a pelear― una ligera sonrisa se formó en la comisura de los labios de Lexa al ver la sorpresa reflejada en la cara de Clarke.

―Espera, ¿qué? ¿Por qué?

―No podré protegerte siempre, Clarke― la rubia rodó los ojos en desaprobación, puede que no fuera hábil luchando pero sabía defenderse sola.

Antes de que Clarke pudiera replicar algo sobre la repentina decisión de la comandante ya no había nadie más que ella en la habitación, dejó escapar un largo suspiro mientras se recostaba sobre el cómodo colchón. Alargó el brazo hasta su cinturón y desenganchó el walkie-talkie de él, mantuvo posados los ojos sobre la pequeña radio mientras la sostenía firmemente, preguntándose si debería pulsar el botón y avisar de que estaba bien. Normalmente era Raven la que estaba al otro lado, pero ahora no sabía con claridad quién podría estar esperando a que su voz sonara, ¿quizá su madre? ¿Bellamy?