El mundo está en caos, el tiránico emperador de Iggdrasil ha llevado la guerra a todo el continente. La noble casa de Westberg está harta de la irracionalidad de la familia real, pero sabe que la única forma de acabar con el caos es encontrando a la...
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El baño, el descanso y la comida estaban haciendo un milagro en Beyla, sus mejillas habían recobrado su adorable rubor rosado y aunque seguía preocupada por sus amigos, Ali le aseguró que todos se encontraban bien, Lambert envió una carta explicándole que pasarían la noche en Amapola para vigilar la herida de Lamont y partirían al amanecer, mientras tanto estaba disfrutando de la compañía de la condesa y el resto de sus hijos.
Originalmente Valkiria tenía dos hermanos menores, los príncipes mellizos Annika Helma y Jostein Helge, que siempre la seguían como pequeños patitos por donde quiera que fueran, Beyla había pasado mucho tiempo con ellos y los quería tanto como a Valkiria.
Se alegraba de que su nuevo entorno les permitiera crecer bien, el cariño de su nueva familia y el amor que logro sanar sus heridas podía verlo en la radiante sonrisa de Anne y en los ojos amables de Jos.
-Beyla, ¿después de comer quieres ir de paseo? Te enseñaré toda la finca- propuso Anne entusiasmada, a sus 16 años era muy hermosa, una copia de Astrild cuando era joven, solo que su piel era más morena y llena de pequeñas pecas.
-Podemos llevarla al lago o a las caballerizas, ¿te siguen gustando los caballos?- propuso Jos apoyando la idea de su melliza, al contrario de Annika, en sus rasgos dominaban los genes de su familia paterna haciéndolo más parecido a Valkiria.
-Tranquilos hijos, Beyla primero tiene que descansar, tuvo un viaje agotador al lado de sus hermanos mayores- dijo la madre de ambos limpiando sus labios con una servilleta.
-¿Y en dónde están mis hermanos, mamá?- intervino una vocecita más, una adorable jovencita de ojos verdes y rizado cabello castaño.
Después de que Astrild fuera llevada a la fuerza a Iggdrasil, Lambert trato por todos los medios posibles de recuperar al amor de su vida, pero siendo el hijo de un simple barón no pudo hacer nada. Se convirtió en un mercenario y fundó el gremio de los lobos negros para ganar poder, pero su influencia solo se solidificó cuando la reina le ofreció su apoyo a cambio de desposar a una de sus sobrinas y obtener el título de conde.
Con el anuncio del nacimiento de la primera princesa, Lambert se resignó a perder a Astrild, y junto a su esposa tuvo 3 hijos: Lamont, Niels y Layla, por si no fuera suficientemente trágica su vida, la madre de sus hijos murió por una enfermedad hace 13 años. Y cuando parecía todo perdido, Lambert y Astrild se encontraron de nuevo en una lluviosa noche, rodeados por asesinos enviados de Iggdrasil, una coincidencia que les permitió tener un nuevo inicio.
Lambert no dudo en ayudarlos, les dio una nueva identidad y un lugar seguro en el que podían vivir en paz. Los sentimientos de antaño no tardaron en reaparecer, más fuertes y vívidos que nunca, no fue un camino fácil, pues sus hijos siempre serían la prioridad del otro, pero ahora podían sentirse orgullosos de lo que construyeron juntos, una verdadera familia que termino de unirse con el nacimiento de su más joven miembro, el pequeño Damon de solo un año quien ahora retozaba alegremente en el regazo de su madre.
