El distrito catorce era el peor lugar para vacacionar en Gotham.
Su reputación ha sido ganada con el esfuerzo del pueblo: la corrupción y los malos tratos provocan que cualquier criminal pueda entrar y salir de ese distrito durante el día, pasear por sus calles y rentar departamentos para cometer sus actos criminales. Batman no se hace de la vista gorda, ha intentado por años terminar con la red de compra y venta en la que ha sido sujeto esa parte especifica de la ciudad, pero siempre vuelve a estar activo.
Deathstroke decidió comprarle un invernadero a una amable chica del lugar que quería un poco de dinero extra para fines discutibles.
El lugar era un desastre. Plantas secas por doquier, cristales con manchas de la ultima llovizna, grafitis, un olor terrible a basura y la guardia de Killer Moth resguardando los alrededores como mosquitos a una lampara.
Jason observaba desde la lejanía, a un par de calles de donde se suscitaba un acto típico de un mercenario temerario como Deathstroke.
Tenia a Rose y a Mitchell de rodillas frente a el con una bolsa en la cabeza cada uno, los habían despojado de sus armas y Rose se veía bastante agotada, cosa opuesta en el caso de Mitchell quien incluso se acomodaba constantemente porque no acostumbraba a estar de rodillas.
Jason planeaba armar un escándalo y sacar a Mitchell del lugar, pero eso no parecía ser opción ya que la chica los perseguiría y Deathstroke no era alguien a quien le gustase tener de enemigo.
Guardó su casco, chaqueta y armas en una bolsa en su motocicleta y rondó por los edificios al tener una idea.
Con poca energía Jason se movía lento, su paso era un tanto torpe y casi cae al vacío apenas dio un salto de edificio a edificio. Sabia que le quedaba poco tiempo, pero además que el choque le había hecho daño.
Llegó al edificio más cercano y llamó la atención de un sujeto de la guardia con una roca; el sujeto ignoró ello y decidió seguir patrullando. Jason pensó en dispararle, pero en lugar de hacerlo volvió a llamar su atención y cuando lo tuvo cerca usó un gancho cuyo cable salió de su muñeca para atarlo de la pierna y llevarlo hacia él. El sujeto luchó y le dio un codazo en la nariz a Jason haciendo que este sangrara.
Jason comenzó a asfixiar al hombre hasta que quedó inconsciente: solo así pudo tomar su equipo y hacerse pasar por un miembro de la guardia.Jason se acercó al lugar donde había varios sujetos con los mismos uniformes, uno de ellos simplemente se levantó y comenzó a volar; se ahorró el decir que había que relevarlo de su puesto.
El chico a su lado miró a Jason y después al que se fue volando.
–En serio ¿Cuándo se pedirán disculpas? – Preguntó el chico.
–¿Qué?
–Ustedes son mejores amigos, se que acostarse con su mamá no fue algo bueno de tu parte, pero oye, la mujer es bellísima y bien conservada, no te culpo.
–Oh si, claro, eso...
–Pero cualquier mujer no debe sobreponerse a la amistad hermano, ni siquiera su propia madre, es ley de vida. Así que hablaré con él si no te molesta – El chico simplemente se fue volando, siguiendo a su amigo. Jason, aunque confundido, siguió con su misión y escuchó discretamente a través del vidrio.
Deathstroke se quitó el casco, mostrando la cara de Slade Wilson, con un parche en su ojo izquierdo similar a su hija.
Killer Moth ordenó a una de sus guardias que les quitase la bolsa a ambos.
Rose al ver a su padre soltó media sonrisa altanera la cual fue borrada apenas Slade le dio una bofetada.
Mitchell por otro lado agachó la cabeza sin mucha esperanza de salir con vida.
–Te he dado todo lo que tienes Rose, un techo, entrenamiento, armas. Todo lo que eres es gracias a mí, una de las mujeres más peligrosas del mundo, y sales de la vida cómoda que te he dado para competir contra mí.
–En mi defensa, también me enseñaste a ser competitiva.
–Ese payaso solamente es un numero para mí, no significa nada, pero tu pareces tener mucho interés en ello, por eso fuiste con Wintergreen a pedirle información.
–¿Él me delató?
–Claro que no, solo digamos que mantengo vigilado a cada socio, incluyéndolo.
–Típico del mejor padre de todos. Me echas en cara todo lo que me has dado sin mencionar lo que me has quitado; mi vida, mi juventud, a mi madre: y no menos importante, mi puto ojo.
–Eres una Wilson, así como te entrené a ti entrené al primer Ravager, tu hermano mayor.
–¿Y como te fue con eso? ¿Cómo está Grant? – Tras decir eso Slade la tomó del cuello y levantó.
–¡No te permito que hables así de tu hermano! ¡Era un soldado, un guerrero y mi más grande orgullo! ¡Mi único error ha sido no lograr que iguales su grandeza! – Rose sentía la fuerza en los dedos de su padre apretando su laringe, apenas podía mantener la vista fija en Slade.
–Tu lo metiste en esto, así como me metiste a mí, tu lo mataste – Exclamó Rose con mucha dificultad mientras Jason intentaba pensar como ayudarla.
Slade lanzó un grito al aire y azotó a Rose contra el suelo. En su riña comenzó a golpearla con fuerza mientras ella intentaba desatar sus manos con una navaja escondida en su cinturón.
Slade atacó principalmente a su rostro: con cada golpe venían varias gotas de sangre que Rose escupía, en uno de los tantos golpes escupió una muela.
Jason apuntó al edificio donde dejó al guardia que noqueó y a continuación gritó que había un intruso.
Slade dejó de golpear por un momento a Rose para mirar al guardia. Killer Moth salió de inmediato. Accidentalmente Jason disparó una granada de fuego de su arma directo contra el chico con el que había hablado previamente. Este mismo había encontrado a su compañero recientemente y estaba por informar que había un intruso.
En ese mismo instante, la hoja fina de una catana fue acercada al cuello de Slade que se encontraba aun de rodillas.
–Bien Deathstroke, no quiero hacer esto por las malas... ponte de pie y date la vuelta – Exclamó una voz femenina a sus espaldas. Slade se puso de pie y al voltear se encontró con una mujer de cabello hasta el cuello, llevaba una máscara blanca con un circulo redondo en su frente y ropas negras y rojas.
–¿Quién se supone que eres?
–Soy Katana, Batman me envió para evitar que sigas rondando por aquí, esta es su ciudad. Y mejor no te resistas, supongo que sabes de esta arma.
–Es la Soultaker ¿Cómo la conseguiste? Pertenecía a un hombre llamado Maseo... Espera ¿Eres Tatsu Yamashiro? Por dios, él te heredó la espada, ya veo, en ese caso debo darte el pésame.
El caos se generó afuera, Jason le disparaba a gente al azar, ordenando que acabaran con los espías.
Killer Moth al salir intentó regañar a su guardia, pero los gritos de Jason eran más fuertes, además que sus polillas no sabían a quién disparar y a quien no.
Jason aprovechó para ingresar al lugar lentamente, al entrar esto como varios guardias comenzaban a explotar en los aires, desatando la desesperación de su líder.
–Mejor cuida tus palabras, sabes que le pasará a tu alma si uso esta espada para matarte.
Slade ignoró la advertencia e intentó sacar un cuchillo de la parte trasera de su cinturón. Al no encontrarlo se sorprendió y se dio la vuelta pensando que Rose lo tenía. Ella seguía en el suelo atada, tosiendo por los golpes y moviéndose de un lado a otro, retorciéndose.
Mitchell era quien tenia el cuchillo, y sin dudar un instante apuñaló a Slade a través de su parche, generándole un gran dolor.
Jason le disparó una granada de fuego a Slade, arrojándolo lejos de ellos.
Antes de poder preguntar, Katana fue golpeada por una granada similar proveniente del arma de Killer Moth.
–¿Quién eres tú? – Cuestionó Killer Moth con una voz cortada a través de su casco similar a la cara de una polilla de verdad.
–Llámame McLovin – Jason disparó múltiples granadas con el arma y Killer Moth fue lanzado a través de la puerta, acto seguido, se quitó la máscara y alas – Te sacaré de aquí Mitchell.
–No puedo irme sin ella – Exclamó intentando cargar a Rose.
–¿No te raptó?
–Me salvó la vida, por favor, tienes que ayudarla...
–Mierda, está bien pero tu les disparas...
–No necesito esa cosa, tengo mis propias armas – Mitchell tomó de una mesa al fondo sus armas y las de Rose. Él sacó de su frasco tres pepinillos mientras Jason cargaba a Rose en sus hombros.
Mitchell arrojó los tres pepinillos a la puerta y corrió al instante mientras Jason lo veía con confusión.
Dos guardias entraron al lugar y apenas se acercaron a los pepinillos estos explotaron en una lluvia de acido que pronto se prendió en llamas. Jason al ver esto se asustó y corrió detrás de Mitchell pegando una buena carcajada.
Killer Moth y sus guardias se reagruparon y sobrevolaron la zona buscando a los fugitivos.
Una de las guardias los vio escapar por un callejón.
Jason al percatarse que los seguían quebró la puerta de un auto y al abrir las puertas traseras dejó caer a Rose en la parte trasera. Jason estaba a punto de entrar para encenderlo con un par de cables, pero Mitchell ya se había adelantado. Sorprendido Jason le dijo que lo siguiera, este se puso frente al auto y su motocicleta atravesó un muro, llegando al lado de Jason. Este de inmediato se colocó su casco y tomó sus armas.
Mitchell aceleró y comenzaron a ser perseguidos por las polillas, estos le disparaban granadas de fuego e incendiaban todo a su paso.
Jason desprendió fuegos artificiales de la parte trasera de su motocicleta, distrayendo a las polillas, algunas de ellas chocaron con edificios y estallaron, otras solamente resintieron el golpe con fuertes lesiones en el cuello.
Mitchell y Jason se desviaron por diferentes calles, siendo perseguidos por media guardia cada uno.
Jason miraba a través del retrovisor como las polillas le arrojaban granadas sin mucho éxito y como armaban un sendero de fuego gastando munición.
Con una bala bien calculada le dio al jet pack de uno y este a su vez chocó con otro derribando dos guardias con una bala.
Killer Moth apareció frente a Jason y este sin pensarlo aceleró para arrollarlo.
Antes de chocar, Killer Moth se elevó por los aires de un brinco propulsado por su mochila. En un intento por quemar a Jason con su lanzallamas este sintió un tirón de su pierna derecha y sin darse cuenta ya estaba en el suelo siendo arrastrado por el pavimento tirado de la motocicleta.
Su traje se iba desgarrando con cada metro que avanzaban, pronto el pavimento comenzó a raspar su piel, dejando un camino de sangre y piel por dos calles seguidas.
Mitchell desde su lugar disparó una de sus armas una vez tuvo a una de las polillas sobre el auto.
Mostaza acida cayó sobre la cara de una de las guardias, derritiendo su rostro en cuestión de segundos. Mitchell arrojó granadas de cátchup que al estallar cegaron a sus perseguidores, dejándolos fuera de combate.
Antes de darse cuenta, Jason estaba frente al auto, con Killer Moth derribado y quejándose del ardor en su espalda.Red Hood, con esa carcasa carmesí miró fijamente a Killer Moth mientras este se lamentaba en el suelo. Al darse vuelta dejó ver sus heridas, como si le hubieran pasado un serrucho múltiples veces en la espalda, había trozos de metal y cristal en sus nalgas y parte de la cabellera en su nuca había sido completamente arrancada.
–Un pirómano termina quemado por algo que no es fuego. ¿Quién lo diría? –Exclamó Jason con sarcasmo mientras empujaba con su pie lentamente a Killer Moth para mirar sus ojos.
–Por favor... Déjame – Susurró tembloroso mientras intentaba respirar con la rodilla de Red Hood en su cuello.
–No debería dejarte vivir, la reputación de cada mercenario aquí es suficiente como para merecer una bala. Tienes suerte de que esté guardando mi única bala de metal para el payaso, si no alguien tendría que ser el nuevo Killer Moth – Red Hood disparó una bala de goma a su frente, dejándolo completamente noqueado.
Ató su cuerpo con la misma cuerda de su pierna a un poste y se marchó junto con Mitchell a un lugar seguro para sanar las heridas de Rose.En el centro de una mesa redonda se mantiene expectante la sonrisa eterna de un enfermo.
Con un reloj de bolsillo en su mano derecha y un arma oculta en la otra: el príncipe payaso observa el regalo que sus lacayos recuperaron del asalto en el invernadero.
Slade Wilson yace noqueado, maquillado de forma grotesca y con el cuchillo aún en su ojo.
El payaso sonríe más al verlo fijamente en la herida, sangrando y escurriendo una gota tras otra hasta llegar a su barba blanquecina.
–Esto parece navidad. Como si un Santa Claus pervertido se hubiera metido en mi chimenea y haya traído al mercenario más temido de todos ante mí. Es simplemente... dulce – El payaso se mostró ante un Slade medio despierto.
Sus dientes amarillos fue lo primero que se asomó ante la mirada borrosa de Slade. Los labios rojos y con cicatrices frescas le generaron un asco absoluto, seguido del olor de su aliento, uno que solo había encontrado en las alcantarillas.
Su cabello verde opaco, con mechones arrancados completamente de detrás de sus orejas. La piel, pálida como si se tratase de maquillaje, seca y áspera, con espinillas y rasguños, resaltando uno debajo de su parpado izquierdo. La ventana a su alma era oscura como ninguna, el payaso carecía de pupilas, solo había un globo oscuro, de no ser por el brillo pensaría que este carece de ojos. Sin camisa y con pantalones de rayas purpuras, el payaso soltó una carcajada y bebió un liquido inusual de un tarro con forma de murciélago.
–Señor Wilson, me alegra que esté con nosotros esta noche. Sabrá que no es una noche agradable para mí, y es por eso por lo que está aquí.
–¿Qué quieres de mí, rata asquerosa?
–Dos cosas únicamente señor Deathstroke. Lo primero, necesito que coopere, este trabajo para el cual lo he traído es más que solo protegerme de lo que venga, se trata de integridad física, de una transformación abismal. Y segundo, necesito que sobre todas las cosas no deje de sonreír.Jason cargó a Rose hasta un departamento que tenia para emergencias cerca de esa calle. Postró a Rose en una camilla y le dijo a Mitchell que se apresurase. Primero tomaron su pulso y Jason notó que era débil, por lo que tomó una jeringa de adrenalina y la preparó.
–¿Seguro que eso servirá? – Preguntó Mitchell.
–No sé, funcionó en Pulp Fiction... – Tras decir eso, Jason le inyectó la jeringa a Rose y esta se levantó de golpe, acorralando a Jason contra un muro tomándolo de la chaqueta.
Rose estaba exaltada, prácticamente sudaba a chorros y apenas entró en razón se recargó del pecho de Jason para poder respirar. Este se mantuvo con media sonrisa mientras Rose recuperaba la razón. Al alzar la vista se encontró con los ojos de Jason, una mirada que suponía cargar un peso inexplicable, cansado y con los parpados inferiores ennegrecidos, pero entre ello encontró confort en lo que parecía ser su salvación. Jason miró como la chica se relajaba y como dejaba de apretar su ropa. Rose lamió su labio inferior y susurró un agradecimiento a lo que Jason respondió asintiendo con la cabeza.
Su tranquilidad no duró nada hasta que escucharon el sonido de un aplauso lento a sus espaldas.
Al voltear, Rose reconoció a la persona que había llegado, se trataba de la mujer del vestido rojo que vio en la fiesta horas antes.
Jason también la reconoció, pero no de alguna fiesta, si no del lugar donde fue revivido.
–Debo admitir Jason, que me sorprende que tu primera idea no fuera meterla en el pozo – Dijo la mujer sarcásticamente.
–¿Qué haces aquí Shiva? – Preguntó Jason llevando lentamente su mano cerca de su arma.
–Tenemos que hablar, los tres, el chico mostaza puede esperar aquí.
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Red Hood: Kill The Clown!
FanfictionLa moneda ha sido lanzada. Una recompensa enorme por la cabeza del príncipe payaso del crimen llama la atención de los mayores mercenarios de toda Gotham, incluyendo a Jason Todd, quien ve una oportunidad única en para cobrar venganza.