Dos son mejores que uno, ¿no?
Dasha está segura que su vida debe cambiar ese último año.
Y cambia al poner un pie dentro de INDUSTRIAS A. K.
La idea es Cazar a A. K, pero, ¿a cuál de todos los A. K?
Eso tendrás que averiguarlo...
Sí es que ellos no...
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Narra Adrien.
Lo último que quiero para Dasha es que se incomode aún más por culpa de Aaron, pero ella aceptó venir y yo intenté no decirlo. De hecho, no lo hice. No la invité porque sabía que no quería estar cerca de Aaron y de Austin al mismo tiempo, pero se me escapó de las manos cuando fue mi padre quien nos interceptó a la salida de la reunión del viernes y la invitó personalmente a que asistiera con nosotros hoy a la casa de la playa.
Sé que ella aceptó por compromiso, pero también sé que agradezco en el fondo que lo hiciera porque no me veía asistiendo a otro día como todos los anteriores.
Todos los fines de semana son iguales. Mi padre busca recobrar la distancia y aligerar el ambiente tras una semana cargada de negocios, relajándonos todos juntos en familia. Él aún no nota que no somos una de las familias más felices, ni siquiera por ser de las más ricas. Aaron siempre saca excusas para no asistir a las reuniones familiares y mi padre siempre termina obligando, por lo que viene más malhumorado que de costumbre.
Y yo, yo preferiría hacer mil cosas menos estar aquí, pero tampoco me dan opción a negarme, así que, aquí estoy. En camino a buscar a Dasha para que pase el fin de semana con nosotros en la casa de la playa.
La pobre se quejó durante todo el recorrido a casa de Bri, porque, según ella, ni siquiera tenía trajes de baño decentes para usar frente a mi familia. Cuando creí que se refería a que eran sencillos, sugerí comprarle nuevos y la mirada que me dedicó, bien pudo haberme asesinado y enterrado tres metros bajo tierra. Me tocó hacer lo que mi padre dice que uno debe hacer con las mujeres: alzar las manos y rendirse porque es imposible ganarles.
Aseguró que no era por ser sencillos, sino por ser tan exhibicionistas. Palabras suyas, no mías. La intenté tranquilizar diciendo que no habría mucha gente. Solo mi padre, mi madre y Aaron. Porque ni siquiera Austin estará.
Creo que eso no la tranquilizó cómo esperaba porque ante la mención de Aaron, abrió los ojos de par en par. Al final me rendí y dejé que siguiera quejándose porque ella seguía refutando todos mis intentos de ayudarla. Espero que haya podido solucionar lo que necesitaba. Bri me llamó y dijo que ya Dasha estaba lista. Espero que con ese lista, se refiera a estar lista mentalmente, también.
Me detengo frente al edificio, encontrando a Britney junto a Dasha con una cartera de playa. Sonrío al ver a Dasha. Lleva puesto un vestido suelto, floreado y es la primera vez, creo, que la veo sin tacones. Lleva unas sandalias bastantes curiosas con pelo de lo que parece ser como de conejo. Ni idea de qué sea eso, pero son peludas y llaman la atención. Se despide de Bri con un abrazo y yo alzo la mano, aprovechando que el auto es descapotable para saludarla. Se despide de la misma forma mientras Dasha sube a mi lado.
—¿Cómo me veo? —pregunta apenas sube. Río, moviendo el auto ante el pitido del auto de atrás.
—Como si fuese a pasar un fin de semana en la playa con la familia de tu novio falso —respondo. Me gano un golpe suyo en mi brazo, pero ríe.
