Palitos de plástico, be water my friend y un baño

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Mientras Jungkook acariciaba los brazos de su pareja, Namjoon parecía correr detrás de la suya. Y es que Jin estaba con un cuasi ataque de ansiedad dando vueltas por la sala de estar de Yoongi y Jimin. 
La parejita dueña de la casa los miraban sin comprender, Jimin sentado sobre su Michimeow y Yoongi comiendo su adorado chocolate mientras dejaba besitos dulces por el hombro visible de su pareja donde caía su camiseta de vaquita.

—No voy a decir anda de la ropa, quiero decir, be water, my friend, viva la libertad, cada uno con su estilo, etc. Ok, sí.— Comenzó a hablar el mayor del grupo— Pero quiero explicaciones y las quiero ya. ¡YA!

Todos se sobresaltaron, su hermano, cuñado y pareja asentían en total acuerdo más la parejita lo miraban sin comprender qué le ocurría a su guapo amigo, nunca lo habían visto tan alterado.

—Jin oppa, usted se ve muy tenso— habló Yoongi, el mayor hizo un auténtico facepalm al escuchar nuevamente ese "oppa" que tantas veces decía el cara de gatito. No sabía qué le resultaba más chocante, que fuera un hombre, que la voz donde salía esa palabra era realmente grave o que la actitud era de un soldado del desierto. Claro que lo balanceaba un poco lamiendo ese chocolate. ¿Por qué comía siempre chocolate? ¿Se pensaba Remus Lupin, o qué?

—Hyung, Michimeow— le susurró su esponjocita pareja.

—Cierto, volví a confundirme— dijo en su tan monótono tono de voz. Regresó a su trocito de adorado chocolate.

—Pero mi esposo tiene razón, hyung. Usted se ve mal. Acaso...—Llevó sus manos regordetas a su pechito a la vez de que daba un salto al suelo para ponerse de pie. Su cara se veía asustada.— ¿Está enojado con nosotros, SeokJin hyung? ¿Hemos hecho algo que le haya molestado? ¿No le gustó mi pudor de chocolate y vainilla? Puedo hacer uno de zanahoria, verá que delicia. ¿No lo hemos tratado con suficiente respeto?

Yoongi se colocó a su lado tomando de los hombros a su esposo, lo giró y dejó que se apoye en su pecho mientras acariciaba su espalda.

—Tranquilo mi mochipío. Sr. Kim, mi bebé es una luz de bondad, él nunca haría nada para molestarlo. Él lo quiere mucho. Me lo ha dicho.

El resto no tardó en mirar mal al mayor del grupo, Jin se sintió muy culpable y su total sonrojo lo hizo notar. Tomando aire se sentó pasando sus largas manos por su rostro. 

—No pequeño, ni Yoongi ni tu han hecho nada para molestarme es que...— Se puso de pie y fue hacia el ángel, tomó sus manos y se sentó con él. Jimin lo miraba con sus ojos grandes brillosos por unas lágrimas que amenazaban con salir. Su pecho se movía de forma agitada y su boquita anunciaba un puchero.— Ay. No me pongas esa carita, Jimin. Perdóname, a veces se me va la cabeza y soy como muy impulsivo, pero no tengo nada en tu contra, ni en la de tu esposo. 

—¿Entonces?— preguntó el pequeño más tranquilo.

—Es que...Jimin yo...— miró al resto y regresó su vista al angelito— No sé como decirlo suavemente así que ahí va. Todo lo que tiene que ver con ustedes...es extraño. La casa brilla, en cuestión de horas se cubrió de flores y está el hecho de que ustedes pareciera haber llegado recién prácticamente al planeta tierra... Las preguntas que nos hacen...las confusiones con temas y palabras tan sencillas y ya no digamos el hecho de...tu embarazo...

—¿Cómo sabe que estoy preñadito? ¡Min Yoongi! ¡Te dije que era un secreto y se lo teníamos que decir juntos!—Acusó con su dedito índice a su esposo que lo miraba sin comprender como el mayor sabía del futuro bebé humano de ellos propio de verdad 

Y todo se envolvió en un profundo silencio. No se sabía si el estado de shock tanto el matrimonio Kim como el matrimonio Jeon era porque el mochi creía estar embarazado o porque estaba embarazado o por valorar aunque sea por unos segundo el hecho de que esté embarazado. 

Los nuevos (raros) vecinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora