—Se rio.
—Sí.
—De risa de carcajada.
—Sí.
—Padre.
—Sí.
—Padre se rio a carcajadas.
—¡Qué sí, Yoongi! ¡Que padre se murió de la risa cuando le pregunté cuál de los dos deberá quedarse embarazado!
Hasta el momento la parejita iba a pie a todos lados...bueno alguna que otra vez hicieron trampa, pero eran grandes distancias y el tiempo no estaba de su lado. A lo que íbamos, ellos iban a pie a todos lados y en este momento se dirigían al centro comercial que quedaría a una hora en el coche de Fernando... Ya saben... el coche de Fernando, un poquito a pie y un poquito andando, ellos realmente disfrutaban sus largos paseos tomados de la mano, comiendo un heladito que llevaban de su casa y charlando de sus nuevos descubrimientos de la sociedad terrestre.
Cuando Yoongi cerraba la verja del jardín delantero y Jimin acomodaba el peluchito de su mochilita con forma de de perrito caniche, que coincidirán conmigo que no se puede decir que hacía juego con su outfit, una simulación de uniforme militar con sus botas negras y todo, una silueta los espiaba desde su ventana en la casa frente a ellos.
Al girarse el mayor haciendo mover sus nuevos pendientes saludó con su mano a Jin, el cual se quedó petrificado al ser descubierto, Jimin miró hacia la dirección donde su marido saludaba enérgicamente e imitó dicho hacer, su vecino con cara de situación levantó con lentitud su mano respondiendo.—¿Cómo era?— preguntó el menor.
—Hyung.
—¡HYUUUUUUUNG! ¡VAMOS AL CENTRO COMERCIAL!
El chismoso abrió el ventanal y les sonrió echándola una mirada lo más disimulada que pudo a las vestimentas de Jimin, Yoongi también se lo veía algo...diferente, con su look pero le era casi imposible quitar sus ojos del pelirrosa.—¡Que bien, pequeño! ¡Diviértanse!— Cuando despidió a la pareja notó que tomaban el camino equivocado— ¡Ey! ¡La parada del autobús es para el otro lado!
—¡Es que vamos caminando!
—¿Hasta el centro comercial? ¡Pero es más de una hora!
—¡Es que aún no nos llevamos bien con el autobús, hyung!
A pesar de que le sorprendió un poco esa respuesta, tampoco era que le sorprendiera que le dijeran algo así, no había día que no le soltasen alguna frase y/o pregunta que dejaran a SeokJin patidifuso y debatiera con su marido por la noche. Con una seña les indicó que esperasen allí.
Salió al cabo de unos pocos minutos casi arrastrando a su marido que no entendía porqué había sido interrumpida su mañana de correcciones ya que tan solo fue tomado del brazo y sacado de la casa. Fue en dirección hacia sus raros vecinos con una amplia sonrisa y unas llaves en mano mostrándolas en alto.
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Los nuevos (raros) vecinos
FanfictionUna joven y feliz pareja se muda a un acomodado barrio de Daegu, pronto los residentes se siente curiosos por ellos, y pronto los residentes descubrirán los raros que pueden llegar a ser los nuevos vecinos. ¿Raros? ¿Cuán raros pueden llegar a ser un...