2

498 20 0
                                    

Lo vi irse tranquilamente, claro que detrás de él apareció Draken, con otra bici, reí un poco, asique me adentré a mi casa, había hecho las cosas como siempre, lo normal, cuando me di cuenta, ya habían pasado algunas horas, asique me propuse hacer la cena, mamá llegaría pronto, al igual que Manjiro, y no me equivoqué, mamá fue la primera en llegar.

— Mamá, bienvenida – me acerqué ayudándola con su abrigo.

— La motocicleta de Manjiro está aquí, ¿dónde está?

— Se fue en mi bici, ayer conocimos a un chico interesante, al principio pareció el reflejo de Shinichiro.

— Oh, parece una leyenda urbana, poco conocida.

— ¿Leyenda?

— Dicen que cuando una persona muere, un fragmento de su alma es llevada a otra, por eso cuando la conocemos, nos recuerda a alguien, pero sólo ocurre cuando esa persona ha dejado algo pendiente.

— Suena como a la reencarnación.

— Pero sin reencarnar, es extraño, pero, supongo que es así – me ayudó con la demás comida mientras la puerta sonó, me acerqué a ver y era Mikey, asiqué lo dejé entrar – Oh, Manjiro, es bueno verte.

— Señora Fumiko – a veces me sorprendía lo amable y respetuoso que solía ser.

— ¿Cómo has estado? Ven siéntate, pronto estará la cena.

— Muy bien – nos acercamos a la mesa poniendo los utensilios que ocuparíamos, mientras mamá se acercaba con la comida.

— Parece que no has cambiado nada, sigues siendo el mismo chico que conocí, ¿cómo está tu abuelo y la pequeña Emma?

— Están bien, quería pedirle permiso.

— ¿Permiso? – miré a Mikey, eso no era normal.

— Quiero llevarla a una reunión con la Toman, Emma estará ahí, y los demás chicos.

— Oh, una reunión – mamá me miró fijamente - ¿desde cuando descuidas a los tuyos?

— Mamá, soy una líder exterior, sólo manejo hilos por aquí y por allá.

— Es lo mismo, en mis tiempos, mi comandante me hubiera dado una paliza – reímos un poco, mamá se había enterado sobre mi lugar en la pandilla, esa era una de las razones más por la cual papá se separó de mamá, sus tiempos de pandillera aun seguía en su sangre.

— Esta bien, estaré más al pendiente – seguimos con la comida, para luego acompañar a Mikey a la puerta, lastimosamente debía volver – has una reunión entre los capitanes, sólo capitanes, hazlo pronto.

— Si, como diga mi líder – reí un poco para luego mirarlo – descansa Rei.

— También tú, ve con cuidado, llámame cuando llegues – un beso de despedida era lo suficiente para verlo partir.

No pasaron muchos días cuando, me vi de camino al garaje, mi propia motocicleta, más mi uniforme de la Toman, cortesía de Mitsuya, y un ridículo disfraz para que no me reconozcan, cuando llegué, la mayoría estaba ahí, Manjiro fue el primera en acercarse, ayudándome a bajar de la motocicleta.

— Es bueno ver sus rostros, ha pasado un tiempo – me acerqué para ponerme al frente – escuchen, lo diré rápido, una pandilla, Moebius, ha comenzado a entrar en nuestro territorio, ¿cómo lo sé? Es lo de menos, lo grave es lo que hicieron – me senté suspirando – esa pandilla, será un dolor de trasero, al estar dividida, no sé exactamente contra quien nos enfrentamos.

Esperanza - Manjiro Sano (Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora