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Fui llevada nuevamente al hospital, pero, no duré mucho, pronto empezaba a dar el velatorio correspondiente a mi madre, verlos ahí, ver a personas que no conocía, a mis amigos, a mi pareja..., era tan difícil. Cuando todo terminó, seguí mi camino hacía Emma, verla inconsciente en una cama, dolía, pero, pronto despertaría, tal vez, en unos años más.

— Reiko – miré a mi lado a la persona que he evitado ver.

— Manjiro – se sentó a mi lado sujetando mi mano.

— Me tienes a mí, no te dejaré.

— Lose... - miramos al frente – he pensado en algo.

— ¿De verdad? también lo he hecho.

— Creo que coincidimos – nos levantamos con cuidado, caminando hacia las motocicletas.

— Si, quiero, saber toda la historia de Takemichi – sentía sus brazos rodearme, era una sensación cálida, era mi sustento.

— Bien – pasaron un par de días desde aquello, ahora teníamos a Takemichi frente a nosotros.

En su primer futuro, estoy viva, acompañaba a Manjiro en su viaje de la delincuencia, pero, Baji, mamá, Emma, Draken, Kazutora, estaban muertos, no lo creía; en el segundo futuro, en ninguno estoy bien, hasta que me llamó la atención uno de ellos, Manjiro asesinó a todos.

— ¿Y yo? – no era mi intención interrumpir, pero, no hubo nada de mí.

— No lose, nunca lo supe, incluso Mikey dijo que lo hacía por ti, porque no había nada que lo retuviera, pero, se que estuviste viva, cuando Kisaki nos disparó, estaba alguien ahí, sujetaba la mano de Izana, supuse que eras tú, pero, había algo que vi.

— ¿Qué cosa?

— Un niño.

— ¿Niño?

— Debe haber tenido unos diez años, sujetaba tu mano, ese niño, era la viva imagen de Mikey, era un pequeño Mikey, y se sujetaba de ti, y de Izana.

— Ya veo, continua.

¿Un niño? Nunca se me pasó por la cabeza tener un hijo, tenía diez años, los tuve a mis 18, muy joven, esperamos a los demás integrantes de Toman, estaba, tranquila con todo esto, miré a Kazutora y a Baji, me había olvidado de ellos por un momento.

Luego de todo esto, y dar como finalizada la era de Toman, claro que los capitanes y vice-capitanes nos quedamos aun ahí, no había necesidad de llevar un disfraz, hasta la gran idea de Hakkai, una capsula del tiempo, acepté de inmediato. Una semana después, llevábamos lo que pondríamos, Manjiro y yo habíamos puesto un par de cosas, claro que Kazutora me hizo frente, asique, tuve que contarle todo, se negó a escuchar más, y decidió seguirme, aun dejando la amistad de Baji de lado, asique, empezó a guardar varias de nuestras cosas, llamé a Koko, ahora nos mudaríamos, vendería la casa, asique comenzaríamos con mi tratamiento, algo definitivo.

— Manjiro – lo miré llegar, claro que, dejamos varias cosas hechas, por así decirlo.

— ¿Kazutora?

— Se negó a dejarme ir – señalé como cargaba uno de mis bolsos – también, quiere seguirte, contacté a Sanzu, ya sabes como es, con el regalo que le di, está más que satisfecho.

— ¿Qué le regalaste?

— Una catana.

— ¿Una catana?

— Para los traidores – tomé su mano comenzando a caminar – me tomará un año, y otro en recuperarme, después de eso, no seré una carga para ti.

Esperanza - Manjiro Sano (Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora