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A pesar de ello, no fue suficiente, mi corazón no se calmaba, entré a ver a mamá, pero no estaba, supuse que se quedó en la oficina, pero, esa sensación no se iba.

Había salido el sol, había dormido lo suficiente, asique me apresuré en salir, Kazutora ya estaba despierto, asique apenas desayuno, salimos a buscar a mamá, incluso pasé por el cementerio, ahí vi a Emma con Takemichi.

— Emma, Takemichi.

— ¡Reiko!

— ¿Han visto a mamá? No la veo desde ayer.

— No, ¿ya buscaste?

— Kazutora sigue buscándola – escuché un ruido, miré a Emma cruzar la calle, el mensaje de Koko vino a mi mente, asique apenas la jalé conmigo, ambas cayendo al suelo, su cabeza empezó a sangrar, y sentía mis pulmones vaciarse por un momento, escuché los pasos de Manjiro llegar, apenas alce la vista vi a Izana, el no haría nada, pero aun así se quedó, mirándome, pero otra persona se interpuso, cargándome en el acto – Kazu.

— ¿Estas bien Reiko? ¿qué sucedió?

— Una motocicleta, fue Kisaki – la voz de Takemichi hacía eco – lo siento no pude hacer nada.

— ¿Emma? ¿estas bien?

— ¿Reiko? Me duele la cabeza.

Ambas llegamos al hospital, lo mío fue un susto, pero Emma se quedaría, había caído inconsciente, pero ahora, algunas enfermeras que me conocían me miraban, y uno de los médicos se acercó hacia nosotros, claro que antes de eso llegó Draken a golpear a Manjiro.

— Señorita Fumiko.

— ¿Sucede algo?

— Lo sentimos mucho, venga conmigo – lo seguí a una habitación, una manta cubría el cuerpo – llegó el día de ayer, tratamos de reanimarla, pero ya era tarde.

— Ella es...

— Su cuerpo indica, que, desde el día de ayer, estuvo en ese estado, su madre llegó sin poder resistir.

— ¿Mamá?

Mis mejillas se mojaron, me acerqué lentamente y levanté la sábana que la cubría, su rostro, más pálido, con ojeras, con golpes, tomé su mejilla y me apoyé en su pecho.

— Mamá... - la llamé, pero no reaccionaba – mamá, despierta...

La sacudí, le grité, pero, ella, no abrió sus ojos, sólo la veía ahí, sin hacer nada, sin moverse, no podía hacer nada...

El alboroto se había escuchado, sentía unos brazos aferrase hacia mi..., y sólo me llevaron, me sentía vacía...

Ya no habría quien me reciba con un abrazo, tampoco cocinaré con ella, no habrá más historias..., simplemente, ya no habrá nada.

— Reiko-san – todo era distinto, nada se veía igual – sobre su madre...

— No la menciones – un hilo de voz salió de mí.

— Izana Kurokawa está detrás de la muerte de su madre, y Kisaki Tetta tras el accidente de Emma – lo miré atentamente, mis músculos se tensaron y lágrimas empezaron a salir.

— Cállate, no hables, no sabes nada – sujeté su cuello apretándolo un poco – mamá, Emma, ellas, sólo cállate.

— ¡Reiko! – nuevamente sentí que me sujetaban.

— Cállate – me dejé estar, no podía seguir así, al menos no por mucho tiempo.

— Yo..., iré a enfrentar a Shinjuku – sólo pude escuchar eso, Manjiro, Draken, Kazutora, Hina y Baji estaban aquí, no me importaba nada.

Esperanza - Manjiro Sano (Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora