6. Trío Esmeralda.

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El lunes fue el comienzo de una nueva semana llena de pendientes para Danna, puesto que era turno de los prefectos de sexto patrullar por los pasillos, lo que significaba, que ahora no solo le faltaría tiempo para realizar sus pendientes, sino que además los haría medio desvelada.

Así que causa de, la primer hora de clase después del desayuno, Danna se dedicó a intentar ordenar su semana después de haber terminado a toda velocidad su traducción de Runas Antiguas, aunque no pudo ser más rápida que Hermione Granger, como siempre.

Tuvo su clase de Ciudado de Criaturas Mágicas con Hagrid, y luego Defensa Contra las Artes Oscuras con Snape. La idea no le emocionaba, claramente, aunque igual era bueno que Snape por fin enseñara algo en lo que sí era buena, y no Pociones, que era su punto débil. Lamentablemente todavía no había podido demostrárselo, pero esperaba ansiosa una oportunidad.

En esa clase se sentaba junto a Blaise, quien parecía no poner atención a nada de lo que Danna le decía.

—Alguien venga a escribir aquí los maleficios más eficientes para defenderse —ordenó Snape.

Danna supo que esa definitivamente era su oportunidad, o lo era hasta que Blaise se sacudió en su asiento.

—¡Yo, señor! —levantó la mano, sorprendentemente más rápido de lo que alguien se tarda en levantarla después de Hermione y Sophie.

Snape lo apuntó y se giró devuelta al escritorio. Blaise se levantó entusiasmado. Danna intentó lanzarle una mirada interrogativa, pero este no la miró, se salió de su lugar y retrocedió lo que quedaba de la fila para ir por en medio de ambas.

Danna frunció el ceño por su manera tan extraña de actuar, y lo observó llegar a la pizarra y tomar el gis algo nervioso. Comenzó a escribir, algo indeciso, y luego miró a Danna despistadamente.

Danna observó que había escrito "imp..."

La chica sintió para indicarle que estaba bien. Y así lo hizo las siguientes veces hasta que Snape le dijo a Blaise que ya era suficiente, para después sumarle cinco puntos a su casa. Blaise volvió a su lugar, mientras el profesor comenzaba a explicar como era cada hechizo y dar ejemplos de situaciones en las que podrían ser eficientes.

—¿Por qué te levantaste si no te lo sabías? —le preguntó Danna en voz baja—. Arruinaste mi oportunidad.

—Lo lamento, Davie. Tenía que hacer algo importante —le dio una mirada significativa para hacerle saber que le daría detalles más tarde.

Y entonces ella no volvió a preguntar nada hasta que iban camino al almuerzo.

—Theo volvió a pedirme que le ayudara con algo.

—Eres idiota, Blaise —expresó Danna, nada más escucharlo.

—Escucha, él hizo muchas cosas por mí, y...

—Lo sé, Blaise, no tienes que fingir que ahora los odias. Independientemente de lo que haya pasado, sé que sigues teniéndoles aprecio.

—No, eso no es verdad —negó el muchacho.

—Niégalo todo lo que quieras —dijo más para sí misma—. En fin, ¿qué te pidió?

—Solo dejar una nota en el pupitre de Layla, no quería hacerlo él y arriesgarse a que Malfoy lo viese.

—¿Entonces... eso significa que sí estuvieron juntos?

—Por supuesto que estuvieron juntos, me lo dijo... ¿Danna?

Sin quererlo, se había quedado parada en medio del pasillo. Por alguna razón, aquella molestia había vuelto de golpe, de un golpe de agua fría específicamente.

Only For You, Pretty | Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora