Only For You, Pretty | Theodore Nott

13. Otra vez no.

—Oye, ya le avisé a la señora Pince que estudiaremos hasta tarde en la biblioteca —le dijo Blaise a Danna, cuando llegaron a cenar juntos.

La chica se atragantó con el primer bocado de carne que estaba masticando.

—¿Hoy?

—Sí, Danna, hoy. Estuviste toda la semana insistiéndome que debemos iniciar ya la investigación para el trabajo de Slughorn. Aunque falte como un mes para entregarlo. Y mira que me he estado esforzando bastante; si te soy sincero, no andaba por ahí con Theodore porque sí —el moreno dirigió su mirada un momento al pelinegro y al rubio que estaban sentados varios metros más allá—, yo sé que no es una perita en dulce —volvió su mirada al frente.

Danna también dirigió sus ojos hacia él, y como si Theodore hubiese sentido su mirada, se giró. Sonrió ampliamente al verla.

Danna sonrió insegura, antes de volver su mirada hacia Blaise, que no había dejado de hablar.

—... lo veo bastante interesado en el proyecto, y déjame decirte que eso es nuevo. Siempre odió Pociones, sobre todo ahora que está Slughorn como maestro...

Dejó de escuchar a Blaise, porque solo estaba pensando qué hacer.

Daphne llegó dos minutos después, ajena a la conversación que acababan de tener aquellos dos y sin ser consciente del grave problema.

Al final de la cena, Danna le tiró una indirecta a su amiga para dejar ir a Blaise primero e informarle sobre lo que estaba pasando. Danna le dijo que se adelantara por los libros que estaban en el dormitorio, Blaise se marchó sin objetar demasiado.

—No podré ver a Theodore esta noche —le dijo Danna a su amiga, cuidándose las espaldas para vigilar que nadie las escuchase.

Daphne la miró incrédula. —Tienes que estar bromeando.

—¡No! Blaise decidió comenzar con el proyecto de Pociones justo esta noche, ¡ahora resulta que me hace caso en todo!

Daphne bufó.

—Hay una solución, pero no sé que tan viable sea.

—Dilo.

—Cuéntaselo a Blaise —dijo, casi com obviedad. Daphne se estaba tomando aquello de la sinceridad muy en serio, y era la sensata más a menudo.

—Tienes que estar bromeando.

—A ver, Danna ¿no aprendiste nada de esto? Es mejor hablar las cosas claras, siempre.

—Se lo diré. Te juro que se lo diré. Pero no ahora, ni esta noche. Tengo que pensar en cómo, y para eso tengo que saber también que está pasando con Nott.

—De acuerdo, entonces ¿tienes algún plan? ¿Distraigo a Blaise mientras tu vas a hablar con Nott?

—No. No veré a Nott, entiéndelo. Tú sí.

—¿Y qué se supone que le diga exactamente? Que me enviaste a decirle que tendrán que esconderse por un tiempo.

—¡Ay! ¡Daphne, no me ayudas!

—Lo siento —bufó—, es que... en serio me haces enojar a veces —dio un mini pisotón en el suelo.

Danna se rio. —Dile que lo veré el viernes después de entrenar.

—En camino.

Danna esperó que Theodore no malinterpretara nada. Aunque no sabía exactamente qué. Quería volver a verlo, eso estaba claro.

Volver a besarlo tampoco sonaba tan mal. Había sido mejor de lo que esperaba, aunque no podía evitar sentir un revoltijo de emociones al siquiera pensarlo: quien se iba a imaginar que terminaría disfrutando besar a su peor enemigo.