10. No dejas de ser un idiota, Theodore.

1K 74 13
                                    




Danna y Theodore no volvieron a cruzar palabra durante las siguientes semanas. Aunque desafortunadamente no podían evitar verse los rostros, evitaron por todos los medios dirigirse la palabra.

En los entrenamientos Theodore se limitaba a dar órdenes de manera general y, aunque obedecerlo iba en contra de los principios de Danna, tuvo que hacerlo para evitar discusiones.

—Selwyn, ¿puedes practicar con Danna sus pases?, necesito que estén mejor coordinadas en el siguiente partido —dijo Theodore—, dile que intente usar un solo brazo.

Danna rodó los ojos, no es como si ella no estuviese a dos metros de él, escuchando la indicación.

Michelle miró a Danna, medio fastidiada de la situación. —¿Crees que podrás intentarlo?

Danna estaba cruzada de brazos. —Si quiere también puedo usar solo un pie —dijo entre dientes, mientras se alejaba para ir por su escoba.

Era estúpido que Theodore le hablase por medio de otra persona, pero hacia eso casi en todos los entrenamientos, y Danna no entendía bien porque. Hacía las cosas menos incómodas, pero también los dejaba un poco en evidencia. En evidencia de lo mucho que podían llegar a detestarse.

El entrenamiento terminó cuando Theodore le dio su aprobación a Michelle sobre los pases que habían estando practicando.

—Oye, Danna —cuando todos iban camino a los vestidores, Urquhart se apresuró para caminar junto a Danna,

—Hola, Dawson —le sonrió.

Contrario a lo que su padre le había pedido antes de volver al colegio, estaba volviendo a darle una oportunidad a Urquhart (sin que él lo supiese).
Es decir, no había razones para no hacerlo. Dawson era lindo, atento, le gustaba el Quidditch y tenía buenos sentimientos. El sueño de toda chica. Lo que resultaba confuso: ¿por qué estaba siendo tan difícil?

—¿Puedo invitarte a almorzar mañana?

Ella le sonrió.

Daphne ya le había advertido un par de veces el horrendo resultado que tendría si seguía creyendo que las cosas podrían funcionar con él y lo seguía intentando, sin embargo, Danna estaba bastante convencida de que podría llegar a enamorarse de él.

Repasaron un poco el asunto en la última clase libre antes del almuerzo del día siguiente, por lo que ambas volvieron al dormitorio a pasar el rato, y para que Danna se pusiera un poco más presentable para su cita con Urquhart.

—¿Cita? —preguntó Daphne.

—Bueno, ya sabes... almorzaré con él.

—¿Y qué hay de Theodore?

—Theodore es un idiota —se detuvo un segundo para decirlo.

—Sí, eso lo sé, quise decir ¿qué hay de lo que sientes por Theodore?

—No digas tonterías —se volvió para mirarse en el espejo. Se acomodó el cabello—. No siento nada por él.

—¿Si sabes que esconder tus sentimientos es una de las cosas más autodestructivas que existen?

Danna miró a Daphne a través del espejo para darse cuenta de que tenía los ojos clavados en ella, casi parecía enfadada.

—Daphne, lo entiendo, pero ya te dije que no tengo "sentimientos" hacia Theodore. Hace casi un mes que no hablamos para nada.

—Y yo ya te dije que no te creo una sola palabra. Hace un mes me confesaste sentirse celosa de Selwyn. Hace un mes que no han cruzado palabra directamente y no hay día en el que no te escuche quejarte de él.

Only For You, Pretty | Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora